(Desde Bronnitsy) La Selección Argentina llega al duelo ante Croacia en una situación límite, muy similar a la que afrontó post 0-0 con Perú y en medio del viaje a Quito. Como aquella vez, Jorge Sampaoli vuelve a apostar a un dibujo similar y mete mano a fondo en el equipo. Traducción: si el toca morir, que sea con las botas puestas.

Argentina archivaría el 4-2-3-1 del debut, para pasar a un 3-4-3, que pueda convertirse, rápidamente, en un 5-2-3. Con un medio más combativo, adicionándole a Javier Mascherano la presencia de Enzo Pérez, Giovanni Lo Celso o Maxi Meza. El del Rojo parecería contar con más chances.

La línea de 3, en el fondo, sería Mercado, Otamendi, Tagliafico, con Willy Caballero en el arco. Después, la línea de 4 del medio, se armaría con Salvio, Mascherano, Meza (o Enzo o Gio), Acuña (otra novedad) y arriba se mantienen Messi y Agüero e ingresa Cristián Pavón por Ángel Di María. 

En limpio: Caballero; Mercado, Otamendi, Tagliafico; Salvio, Mascherano, Meza, Acuña; Messi, Agüero, Pavón.

Un dibujo muy similar al que planteó en aquella noche de Quito, con Enzo Pérez rompiéndola toda, asociándose con un Messi intratable, que metió tres goles y clasificó a la Argentina a este Mundial. Ojalá este sea el punto de partida para despejar las dudas que dejó el debut. Sampaoli cambia para cambiar.