(Bronnitsy, Rusia) No es cuestión que los rusos entiendan, de un plumazo, el valor del mate para los argentinos. No sólo es una infusión que puede resultar rara para los que no están acostumbrados, si no que también es un elemento de unión y concordia entre los nuestros. "Doble Amarilla" puede dar cuenta de una situación que va, directo, en contra de ese rito bien albiceleste.

Claro, debido a los exahustivos controles rusos, vigentes desde el día "0" de la Copa del Mundo, en la entrada al predio de Bronnitsy, dónde vive la Selección, se retienen los termos que llevan los periodistas.

Los mismos podrían ser más valiosos que Messi en un buen día en medio de las prácticas abiertas, sin embargo, en Rusia no lo permiten. Eso sí, al salir del predio, los colegas pueden recuperar sus termos y entregarse, una vez más, al rito que nos identifica en el Mundo.

Los jugadores, por supuesto, no tienen esos problemas. En el equipaje que la Selección se llevó de Buenos Aires había muchos terminos y 600 kilos de yerba. Se anticiparon a la jugada, claro.