(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Hasta que llegó un tal Lionel Messi, Gabriel Omar Batistuta fue el goleador histórico de la Selección Argentina. Presente en los dos últimos títulos absolutos que ganó al albiceleste, las Copas América 1991 (goleador con seis tantos) y 1993 (autor de los dos goles de la final), el "Bati" es sinónimo de potencia, frialdad en el área y gol. Sobre todo gol.

Con una rodilla que lo tiene (aún hoy) a maltraer, Bati que hoy cumple 50 años supo tener un pasado en Newell's, River y Boca. Para luego hacer historia de la grande en la Fiorentina. En Firenze, es una especie de semi Dios. Tanto lo querían que le perdonaron, no sin algún rencorcito, que se vaya a la Roma para saber lo que era ganar un Scudetto, en 2001, luego de haber rescatado al a Fiorentina de la serie B y consagrarse goleador del fútbol italiano, en la temporada anterior, vestido de lila.

Luego tuvo un pequeño paso por el Inter y un aún más efímero momento en Qatar. Ahí se retiró. A Bati nunca le gustó el fútbol entanto deporte. Sí le gustaba hacer goles. Los hacía de todos los colores. Poseía el manual del "9" feroz y un cañón en su pierna derecha. ¡Feliz Cumple, Bati!