(DOBLE AMARILLA en Casa Rosada)  Tras el paso de Gianni Infantino y Alejandro Domínguez por el edificio de la AFA en la calle Viamonte, la agenda del vertiginoso día de reuniones y presentaciones indicaba que debían ir a la Casa Rosada, donde los esperaba el anfitrión Mauricio Macri, junto a los presidentes de Uruguay Tabaré Vázquez y de Paraguay Horacio Cártes

El almuerzo, del que además participaron los presidentes de las tres federaciones locales (Claudio Tapia por Argentina, Wilmar Valdez por Uruguay y Robert Harrison por Paraguay) se dio en un clima de total cordialidad entre los comensales y se puso primera en busca de concretar el anhelo de recibir en la tierra sudamericana el Mundial en el año en que se cumple el primer centenario de la cita ecuménica. Así, quedó de lado el descontento inicial que reinaba en tierra charrúa por la presencia del Paraguay para organizar el Mundial de a tres países y no sólo en dupla rioplatense. Incluso, pudo saber Doble Amarilla que hubo bromas al respecto del enojo uruguayo. Sobre ese tema, en el cónclave, Tabaré Vázquez afirmó que en Uruguay solo esperaban "una formalidad". Y puso especial énfasis en este reclamo: que se respete el rol de Uruguay y Argentina, por ser el génesis de los mundiales de fútbol, más allá de que Paraguay haya participado en aquella cita mundialista de hace 87 años. 

El eje del encuentro con Gianni Infantino estuvo en el tema insfraestructura, un ítem que se deberá tener bien claro para terminar de cristalizar la candidatura. 

Luego de la comida, realizada en el palacio presidencial argentino, los primeros mandatarios de los tres países ofrecieron una conferencia de prensa para los periodistas acreditados.