(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) María Luciana Vainstoc, Psicóloga especializada en Deporte, le responde a "Doble Amarilla" sobre qué se puede esperar ahora de la Selección Argentina, un equipo que lució roto en Nizhní y que ahora podría revivir. Cuáles son los fundamentos y el trabajo que se debe hacer desde lo mental para lograr una levantada que parece imprescindible para aprovechar la vida de más que le dejó Nigeria al elenco albiceleste. Eso sí, no es tan sencillo como se escribe. 

DOBLE AMARILLA: ¿Qué es lo primero que se le pasó por la cabeza al ver el semblante de los jugadores luego de la derrota?
María Luciana Vainstoc: Lo que pasó ayer es el resultado y el reflejo de la cultura de la improvisación. Hay como un círculo vicioso, a mayor improvisación más miedo, a más miedo más ansiedad. Cuando cualquier jugador, de élite o no, entra a un campo de juego con el nivel de ansiedad que genera lo no trabajado, hay un bloque mental. En las ciencias aplicadas al deporte, esto es 2+2 4. No hacía falta ver a Messi agarrándose la sien, para saber que el equipo no iba a fluir.

DA: Esa imagen del principio, de Messi agarrándose la cabeza durante el himno, es inédita en su carrera en la Selección, como la interpreta?
MLV: Probablemente, el gesto fue inconsciente. Seguro no se dio cuenta que tenía la cámara enfrente y que iba a llamar tanto la atención. La comunicación no-verbal es el anticipo de lo que está pasando en la mente. Es el resultado de un jugador con un nivel de tensión en exceso y con poca idea del sistema en el cual tenían que salir, no hay un liderazgo. 

DA: ¿Un liderazgo afuera o dentro de los jugadores?
MLV: Dentro del equipo, en el que se incluye el cuerpo técnico. El rol de un DT, y más en un seleccionado, dónde hay que tratar con egos muy altos, es fundamental. Es el director de la Orquesta. Es quién debe bajar línea. Es quién debe transmitir ideas a los jugadores. En cualquier trabajo, sin un conductor, sin un capitán, que se haga cargo de timonear el barco, es díficil. Hya distntos tipos de líderes, está el más inductista, el amigo-cómpinche, el autoritario.

DA: ¿Cuál le ve de esos perfiles a Sampaoli?
MLV: Ninguno. Y con el mayor de los respestos por su trayectoria, no lo veo como líder en un grupo, y ni te estoy hablando de un equipo. Siempre digo que el todo es más que la suma de las partes, y a él no lo veo capaz de transmitir calma en los momentos de crisis, o que pueda absorver presiones que son para los jugadores. 

DA: Estamos a viernes, Argentina juega el martes, hay una nueva chances, ¿Se puede a nivel psicólogico construir un liderazgo y lograr una cohesión para el objetivo en común?
MLV: Si Argentina clasifica es meramente productor de la casualidad y no de la causalidad de un trabajo hecho. Reorganizar esquemas de trabajo es un proceso. No podés iniciar un proceso que tendría que haber empezado mucho antes en tres días. Cuando me preguntan, digo "ojalá". Un equipo mundialista, para competir cada 4 años con las selecciones de élite, tiene que tener trabajo encima. La cultura de la improvisación no va más en el fútbol, donde la argentina piensa que con garra, corazón y huevos uno va a tener siempre resultados. Las ciencias adadptadas al deporte están muy encima, en lo táctico, en lo físico, en el trabajo. En tres días no podés hacer un trabajo de cuatro años.

DA: Estamos a merced que el día del partido ante Nigeria los jugadores se levanten bien, ¿Cómo se trabaja, entonces, la confianza del jugador?
MLV: Así como hablaba que la identidad futbolística se construtye, la autoconfianza es el resultado de patrones positivos, son jugadores que juegan en las grandes ligas, pero necesitan ese plus de autoconfianza, que los aytude a entrar con Seguridad a un campo de juego. La confainza no te la dan los contratos millonarios.

DA: ¿Y en este contexto lo pondrías a Caballero ante Nigeria o no por lo que le puede pesar el error?
MLV: El técnico tiene que hablar con él, para ver que tan fuerte está para superar o no el error de ayer. Depende mucho de la personalidad de Caballero y de la responsabilidad del técnico, de diagnosticar si Willy tiene la capacidad mental de superar el error. Es una responsabilidad de ambos, de sincerarse y ver si puede superar semejante error. Tiene que ver con una dinámica entre técnico y jugador, si el arquero está preparado para salir fuerte del error que cometió.  
 
DA: En caso que ud ocupara el lugar de psicóloga deportiva de la Selección, ¿qué se hace con los jugadores? ¿Se los atosiga con conceptos futboleros? ¿Se los libera un poco? ¿Se hace entrar a las familias al predio? ¿Qué conviene?
MLV: Honestamente, no sé. Veo un grupo de jugadores en el que no se ve la unión o fraternidad. Uno puede no tener afinidad emocional fuera de la cancha, pero sí dentro. Yo acá no veo un equipo, no veo solidaridad, no veo identidad a través del tiempo de trabajo.

DA: ¿Donde se nota eso? ¿En la cancha o dónde?
MLV: En todo. Se lo ve en lo que uno mira como espectador, ni siquiera como psicóloga, se lo ve en las prácticas, en las fotos que suben los jugadores a redes sociales, pero sobretodo se lo ve en la cancha. Ayer había una línea defensiva que, prácticamente, no se conocen. El arquero, más allá del error que tuvo, no tenia confianza en sus defensores. Acá no hay un equipo, hay simplemente un grupo y los que ganan, son los equipos. Y en eso incluyo al cuerpo técnico, como parte del equipo.

DA: ¿Cómo diagnosticarías a este equipo, entonces?
MLV: Es un equipo de la improvisación. No tiene una identidad futbolística. Es un equipo de la desesperacion y la poca tolerancia ante la adversidad. Como psicólogos trabajamos mucho en eso, en la resistencia a la adversidad.