(Desde Bronnitsy, Rusia) La Ulitsa Sovetskaya, arterira principal de la ciudad de Bronnitsy que se había vestido de celeste y blanco, hasta con un mural de Lionel Messi, lentamente comenzó a acostumbrarse a dejar de escuchar tonada argentina y lentamente va retomando su ritmo lento en un verano a orillas del río Moscova.

Los locales, que habían incluido calcos con mensajes para los visitantes argentinos y que habían aprendido algunas palabras sueltas en español, no se explican como la expedición de Messi y compañía terminó tan rápido con un mural como legado, que quedará estampado en una esquina de esta ciudad ubicada a 52 kilómetros de Moscú.

La explosión tras la definición por penales y la clasificación de Rusia ante España fue el único momento de festejo en este pequeño pueblo que volvió a su vida antes de la selección. Como lo explicó Khristeen, empleada de un local de comidas rápidas, en diálogo con Doble Amarilla: "Nos habíamos hecho ilusión de poder contar con los visitantes argentinos hasta la próxima semana. Fueron muy buenos y esperemos que hayan disfrutado de la hospitalidad rusa".

Anya, en tanto, profesora del colegio de esta ciudad, contó: "Le armamos a los chicos unas activiadades con el Mundial y le explicamos mucho de Argentina porque iban a ser nuestros visitantes. Fuimos al festejo del cumpleaños de Messi y lamentamos su partida".

Por último, Pavlusha, uno de los puesteros de la feria que se arma en esta ciudad todos los fines de semana sostuvo: "Me dio mucha lástima cuando perdió con Francia el partido. Ya me había comprado la camiseta y le había tomado cariño".

Si bien no tuvo un impacto significativo en la economía de esta ciudad la llegada de la argentina porque pocos hinchas llegaron hasta este lugar, las remodelaciones del Bronnitsy Trainning Centre son un legado para esta ciudad de poco más de 25 mil habitantes, que es considerada una de las capitales del canotaje ruso.