(De la redacción de DOBLE AMARILLA) La situación de los salarios de los jugadores es un tema que preocupa y ocupa a toda la dirigencia del fútbol argentino. Más allá de los acuerdos particulares de algunos clubes, la AFA designó una comisión para entablar un diálogo y una negociación con el titular de Futbolistas Argentinos Agremiados, Sergio Marchi, para llegar a un acuerdo general.

Claudio Tapia, Pablo Toviggino y Nicolás Russo integran esta comisión que ya entabló los primeros contactos con un Sergio Marchi que ya no se muestra tan inflexible como hace unos días. Según pudo saber 'Doble Amarilla', el titular de FAA acepta negociar quitas a los salarios más altos, pero con un tope de 20%. Claro está, por contrapartida quiere que se garantice el pago de la totalidad de los sueldos de los ingresos menores. 

La Asociación del Fútbol Argentino, en cambio, pretende una quita escalonada de acuerdo a cómo vaya avanzando este escenario sin fútbol por la pandemia del coronavirus, que genera que los ingresos de las instituciones sean cada vez menos y con pagos diferidos.

Si bien en el diálogo que existió se habló del 20% y se está trabajando en esa dirección, según pudo saber Doble Amarilla la postura del gremio es que todo va a depender de cuando pueda darse la vuelta de la actividad. Hoy, el mundo del fútbol ya sabe que el pico de la pandemia en Argentina se pasó para junio (ya no será en mayo), ante lo cual los optimistas están planeando que el fútbol vuelva en septiembre. Tácitamente se sabe que a cuanto más tardía sea la vuelta del fútbol, más agresiva debería ser la quita porque los clubes no tienen como recaudar. 

La mesa de negociación recién tuvo su primer encuentro formal y está planteada como de largo aliento, aunque el límite es fin de mes porque es intención de ambas partes llegar a un acuerdo para resolver la liquidación del próximo mes.

El panorama que se ve es de mucha incertidumbre. Eso genera el cambio de postura que ensaya Sergio Marchi. El titular del gremio sostuvo, en este encuentro y lo dice ante cada llamada de un dirigente, que no van a aceptar que clubes que mantengan una deuda anterior quieran imponerle a esa deuda, una quita.