(De la redacción de DOBLE AMARILLA) El vicepresidente de San Lorenzo, Marcelo Tinelli, anunció que se corre definitivamente del manejo del fútbol, tanto de primera división como las juveniles. Hace algunos meses el conductor de TV había revelado que se tomaba licencia del fútbol y que sólo se mantenía con el básquet. Luego volvió, pero ahora aquella licencia pasó a ser un alejamiento definitivo del manejo del fútbol en el club.

Tinelli dio a conocer una carta hacia los socios e hinchas de San Lorenzo explicando los motivos de su decisión. En la misma expone que fue un año complicado en cuanto a lo laboral por la situación de Ideas del Sur y del grupo Indalo y también atribuye dicha decisión a cuestiones presonales, que hacen que solamente vaya a dedicar su tiempo como vicepresidente azulgrana al área del básquet. Otro argumento que alega el empresario es que comienza una nueva etapa en lo laboral con su fin de cinclo en Ideas del Sur y posiblemente con el armado de una nueva productora.

Tinelli vuelve a alejarse del fútbol en San Lorenzo

Sin embargo, según pudo saber DOBLE AMARILLA, la relación con Matías Lammens es cada vez más distante. El conductor no enfrentó a Lammens en su misiva y remarcó que es una distancia acordada con el presidente. Pero es sabido, entre los allegados a ambos, que la relación es cada vez más fria y empresario de TV se quejó que en los últimos meses ninguna de sus opiniones en cuanto al fútbol respecta fue escuchada. El caso Buffarini fue la gota que rebalsó el vaso.

Esta es la carta completa que escribió Marcelo Tinelli:

"Amados hinchas, socios, dirigentes y deportistas santos:

Todos saben de mi amor por San Lorenzo. No por casualidad -Dios mediante- nací justo el día de la fecha de la fundación de la institución. Estoy seguro de que eso fue más una causalidad que una casualidad. Dentro de esa pasión, hace poco más de tres años, disfruté de la mayor alegría que me regaló el fútbol: festejar abrazado y a lágrima limpia con mi hijo Francisco la obtención de la Copa Libertadores. Eso fue tocar el cielo con las manos. Llevar a la máxima expresión esa sensación de pertenencia que, desde chico, significó para mí ser hincha del Ciclón. Las imágenes se mezclan: el equipo campeón de Ramón, o la noche que dejamos afuera al River del Cholo Simeone en el Monumental, las manos de Torrico en la cancha de Vélez y en tantos partidos de la Copa, el penal de Ortigoza ante Nacional, los viajes a Brasil, la visita al Vaticano para festejar con nuestro amado Papa Francisco...

Corrió mucha agua bajo el puente. Y nosotros, como conducción validada abrumadoramente por los socios, continuamos con nuestros sueños de crecimiento. Volvimos a Tierra Santa, tenemos un estadio cubierto en Boedo ejemplar y salimos campeones hasta de básquet. Todo fue trabajado, planeado y proyectado por un equipo dirigencial sensacional.

Pero hoy estoy ante otra etapa de mi vida. Este año que se va fue muy intenso desde lo laboral. Las vicisitudes de la productora que puso al aire el programa me insumió muchas energías. Y eso lo sufrí mucho. Se me hizo cuesta arriba dedicarme a los dos frentes: el laboral y el del compromiso dirigencial con San Lorenzo. Hasta tuve que pedir licencia. Intenté volver a involucrarme con el futbol de la institución pero me costó muchísimo.

Hoy, a horas de comenzar el 2018, tengo que tomar una decisión. Estoy transitando un rumbo de rearmado en lo laboral que me exije muchísimo. Fundar otra productora y estar cerca de la gente que trabaja de sol a sol para que el programa sea lo que es, resulta un nuevo desafío que requerirá de toda mi atención. Por eso voy a estar limitado en mis tiempos como para seguir tan involucrado con la gestión en el fútbol. Dado este panorama, estoy convencido de que lo mejor es correrme de la conducción del fútbol profesional y juvenil de la entidad y dedicarme sólo al departamento de básquet. Lo hablé mucho con Matías Lammens y entre ambos acordamos que esa será la mejor decisión, por el momento que estoy atravesando. Tengo la seguridad que esta dirigencia tiene la capacidad, la pasión y el talento para seguir manejando con éxito el fútbol. Lo ha demostrado con creces. 

Como siempre, yo seguiré acompañando desde mi lugar de vicepresidente. Porque la pasión es el mejor combustible para lograr los objetivos. Sólo que ante esta circunstancia tan particular de mi actualidad laboral, debo dedicarle más esfuerzo y atención a esta etapa refundacional de mi trabajo.
Gracias por la comprensión y el cariño de siempre".