El 6 de octubre, Claudio Tapia pudo respirar tranquilo tras varios meses de incertidumbre. Ese día, la IGJ habilitó la inscripción de las nuevas autoridades votadas en la polémica asamblea de marzo de 2020. Si bien las denuncias de Nueva Chicago y San Martín de Tucumán siguen su curso en la Justicia, la decisión del Inspector General, Ricardo Nissen, le permite a Tapia asumir hoy su segundo mandato al frente de la Casa Madre del fútbol argentino.

Sin embargo, lo hará en un marco diferente al que transitó gran parte de su primer mandato: con un Comité Ejecutivo ampliado y atomizado, con dirigentes que hasta le disputaron el poder a Tapia durante los meses de incertidumbre.

Tras la modificación estatutaria, el nuevo comité está compuesto por 6 vicepresidencias (cuatro por Primera y dos por Interior y Ascenso, todas rotativas en cuanto a su orden), 16 vocalías titulares y 10 vocalías suplentes. Esto hace que más clubes tengan representación en el órgano de gobierno, pero también podría provocar fricciones inéditas, más teniendo en cuenta el contexto político que atravesó el fútbol en los últimos meses.

Hoy, junto a Tapia, asumirán como vicepresidentes Hugo Moyano, Marcelo Tinelli, Rodolfo D'Onofrio y Jorge Amor Ameal (Primera División), Marcelo Achile (Ascenso) y Guillermo Raed (Interior). También lo hará Víctor Blanco como secretario general, Luciano Nakis como prosecretario, Pablo Toviggino como tesorero, Horacio Martignoni como protesorero, Nicolás Russo como secretario ejecutivo y Maximiliano Levy como prosecretario ejecutivo. Para vocales, estarán Pascual Caiella (Estudiantes LP), David Garzón (Huracán), Sergio Rapisarda (Vélez), Ricardo Carloni (Rosario Central), Cristian Malaspina (Argentinos), Francisco "Pipo" Marín (Acassuso), Adrián Zaffaroni (JJ Urquiza), Jorge Miadosqui (San Martín de San Juan), Guillermo Beacon (Liga Rionegrina de Fútbol) y Alfredo Dagna (Olimpo).

Por otra parte, como miembros suplentes, aparecerán Eduardo Spinosa (Banfield), Ignacio Astore (Newell's), Gabriel Pellegrino (Gimnasia LP), José Mansur (Godoy Cruz), Dante Majori (Yupanqui), Jorge Barrios (Estudiantes BA), José Luis Coutinho (Deportivo Merlo), Julio Sosa (Argentino de Merlo), Gabriel Greco (Atlanta) y David Zamoratte (presidente de la Liga Tucumana de Fútbol).

Lo curioso es que no habrá ni asamblea ni acto rimbombante: Tapia asumirá con un almuerzo (asado) de camaradería a realizarse en el predio de AFA en Ezeiza.

La incógnita es si irán todos los que asumen. Durante los meses en los que la IGJ mantuvo en vilo al fútbol argentino, Tapia vio cómo varios dirigentes se probaban el saco de presidente de AFA. Primero entendió que su rival (en caso de que hubiera nuevas elecciones) era Marcelo Tinelli, pero luego empezó a ver que otros hombres del fútbol tenían intención de ocupar el sillón de Viamonte. En estos meses, la danza de nombres fue interminable. Algunos eran ciertos y otros parte del ruido. Pero, sin dudas, hombres como Rodolfo D’Onofrio, Marcelo Achille, Nicolás Russo, Hugo Moyano y Juan Sebastián Verón, entre otros, tuvieron aspiraciones reales a ocupar el puesto de Tapia. Ahora bien, la gran pregunta es ¿qué se puede esperar de un comité tan atomizado? Sin dudas, son aguas en las que Tapia aún no ha navegado como presidente de AFA.

Otro punto central tiene que ver con la reconstrucción en su relación con el Gobierno. Tapia logró forjar una buen vínculo con el kirchnerismo más duro. Es más, muchos atribuyen que fue el gran sostén de la continuidad de Chuiqui. Sin embargo, parece nula la relación con Alberto Fernández. Tapia sabe bien que es trascendental la buena relación con el Ejecutivo, no sólo como base de su poder sino para resolver cuestiones que el fútbol tiene pendiente, desde temas económicos como el decreto 1212 o la liquidación de divisas, pasando por el aforo en los estadios o la televisación de encuentros en la TV Pública.

También entre los desafíos está recomponer y aceitar la relación con la Primera División. Hace dos meses, la Liga Profesional envió una carta a Tapia en la que reclama definiciones sobre 16 puntos que van desde la explotación comercial, los ingresos, el VAR, los árbitros, entre otros temas. Si bien hubo reuniones para mostrar una reanudación del diálogo, siguen arriba de la mesa y pueden traer roces.