Una de las sospechas más fuertes en los últimos años empieza a confirmarse: el fútbol fue foco de espionaje por parte de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) y por agentes inorgánicos que armaban causas para extorsionar durante el gobierno de Mauricio Macri.

Las primera pruebas del espionaje surgieron en las últimas horas desde despacho del juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, y confirman que Pablo Toviggino, secretario Ejecutivo de la Presidencia de AFA, fue espiado por el clan encabezado por el falso abogado Marcelo D'Alessio. Según información a la que pudo acceder Doble Amarilla, Toviggino fue víctima, junto al presidente de la Corte Suprema Carlos Rosenkrantz y la vicegobernadora de la Provincia de Buenos Aires, Verónica Magario, de averiguaciones migratorias ilegales por parte del clan. 

Parte del expediente judicial que se tramita en el juzgado de Dolores que prueban el espionaje contra Toviggino.
Parte del expediente judicial que se tramita en el juzgado de Dolores que prueban el espionaje contra Toviggino.

El fin de semana el magistrado ordenó una serie de allanamientos para recabar pruebas del espionaje. Uno de los procedimientos se llevó a cabo en las Oficinas de Protección Ciudadana de la Prefectura Naval Argentina. El juez buscaba información relacionada con el prefecto Franco Leandro Pini, quien figura en la causa como poseedor de un usuario con acceso a registro de datos personales (entre ellos Migraciones) de los que supuestamente se valió la organización encabezada por D'Alessio para los delitos que se le imputan.

Al argumentar los operativos contra el supuesto ejecutor del espionaje a Toviggino, el juez asegura: "Conviene recordar lo ya dicho en torno a que esos requerimientos indebidos a la base de datos migratorios se trataban tan sólo de un indicio objetivo y verificable de la existencia de un plan mayor de espionaje, tal y como se ha constatado en el caso de numerosas otras víctimas".

Según consta en la causa judicial (ver foto), a Toviggino comenzaron a investigarle ilegalmente sus movimientos migratorios desde el 18 de marzo de 2017, casualmente a sólo 20 días de que Claudio Tapia asumiera al frente de la AFA. Ante las pruebas contundentes, la semana pasada Ramos Padilla aceptó a Toviggino como querellante en la causa.

Parte del expediente judicial que se tramita en el juzgado de Dolores que prueban el espionaje contra Toviggino.
Parte del expediente judicial que se tramita en el juzgado de Dolores que prueban el espionaje contra Toviggino.

En el fútbol ven detrás de este entramado a Daniel Angelici, operador judicial del macrismo y uno de los nexos del expresidente con el fútbol. Cabe recordar que Angelici era vicepresidente de AFA, pero mantenía fuertes roces con Toviggino. Inclusive en varias reuniones de Comisión Directiva llegó a pedir su cabeza. Angelici se quejaba que no lograba influir sobre las decisiones de Tapia, principalmente en el mandato que le había impuesto Macri: habilitar las Sociedades Anónimas en el fútbol argentino.

¿Cuál es la relación entre Angelici y la causa D'Alessio de la que surge el espionaje a Toviggino? En su declaración ante el fiscal de la causa, D'Alessio involucró al ex titular de Inteligencia, Gustavo Arribas y a su segunda, Silvia Majdalani, pero también a Daniel Angelici. El nexo entre la banda de  D'Alessio y la AFI es Pablo Pinamonti, un abogado de origen radical que pasó por la ex SIDE en tiempos de la Alianza y que volvió al organismo de inteligencia durante la gestión macrista y se fue antes que asumiera la intervención. En su regreso al mundo del espionaje, se abocó a la creación y puesta en funcionamiento de un Area de Asuntos Internos, bajo las órdenes de Sebastián Destéfano, un hombre del riñón de Angelici y a quien responde incondicionalmente. Según la declaración de D'Alessio, Destéfano era uno de los peldaños más altos en la banda que se dedicaba a espiar y extorsionar. 

Otro de los hombres clave en la causa y muy cercanos a Angelici es el fiscal Carlos Stornelli. Ramos Padilla procesó a fines del año pasado al fiscal por los delitos de asociación ilícita, violación a Ley de Inteligencia, incumplimiento de deberes legales de funcionario público. En el escrito del procesamiento, el juez asegura que Stornelli “aparece claramente vinculado con la actividad ilícita desarrollada por esta asociación dedicada al espionaje y la inteligencia ilegal, en particular a partir de prueba hallada en el domicilio de Marcelo D'Alessio”.

Cabe recordar que la relación de Stornelli y Angelici viene desde hace muchos años y prosperó justamente en Boca Juniors. Stornelli fue vocal y miembro de la Comisión de Seguridad xeneize creada durante la presidencia de Macri. En ese espacio compartió trabajo con otros hombres de la Justicia como el juez Ariel Lijo, los fiscales Raúl Plée y Gerardo Pollicita y el ex juez federal y  actual intendente de Mar del Plata, Guillermo Montenegro. Stornelli y su rol en Boca quedaron muy objetados luego de que en 2012 Rafael Di Zeo diera a conocer en una entrevista ante la televisión española las comunicaciones que mantenía con el fiscal. El barra lo hizo para demostrar el nivel de influencia que tenía desde el paraavalanchas. 

Según publicó el sitio “El Cohete a la Luna”, que dirige Horacio Verbitsky, Angelici también apareció en las conversaciones entre D'Alessio y el empresario agropecuario Pedro Etchebest, a quien extorsionaban con la causa de los cuadernos. Cuando D’Alessio le pedía dinero para frenar la detención en nombre de Stornelli, le dijo que no olvidase que “Carlos” era Macri y Angelici. “No te olvides que Carlos, el que vos viste, es Macri puro, es Angelici puro. Línea pura”, reveló el medio.

En Viamonte creen que justamente Angelici está detrás del espionaje a Toviggino. Además, consideran que el objetivo era, a través de su Secretario Ejecutivo, espiar a la AFA y en especial los movimientos de su presidente. Es por eso que el mismo Claudio Tapia se presentaría en las próximas horas como querellante en la causa. 

Pero la causa D'Alessio, no es el único caso de espionaje al fútbol. Según pudo saber Doble Amarilla de fuentes judiciales, los teléfonos de Tapia y Toviggino estarían entre los espiados ilegalemente por la AFI durante la gestión de Cambiemos, causa que tramita el juez federal Federico Villena. En ese expediente también se investigan, entre otros, el espionaje a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, al sindicalista Hugo Moyano, y a aliados como la ex gobernadora, María Eugenia Vidal, y el Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.

Extorsiones

En el fútbol no tienen dudas que la mano del Tano está por detrás y vislumbran una ola de carpetazos contra dirigentes. El primero que recibió uno fue Marcelo Tinelli. Esta mañana en su programa de Radio Mitre, Jorge Lanata, dio a conocer una serie de audios de conversaciones telefónicas entre el presidente de San Lorenzo y el ex presidente de AFA, Julio Grondona. En las escuchas, Tinelli intentaba influir sobre qué árbitros iban a dirigir a San Lorenzo y sobre los horarios en los que le tocaba jugar su club. Entre los dirigentes, casi que no hizo ruido ya que es es una práctica cuestionable pero muy habitual.

El propio Marcelo Tinelli confirmó lo que había anticipado Doble Amarilla: que Angelici se ufanaba de tener esos audios y lo amenazaba con publicarlos. “Lo de Lanata me parece de cuarta. Es lamentable todo lo que está haciendo. Con estos audios, Angelici me estaba amenazando hace mucho tiempo”, dijo el conductor al periodista Angel De Brito.

Esas escuchas son parte de la causa “Forlín Juan y Otros” en la que se investiga a la financiera "Alec Tours", sospechada de lavar dinero de pases de jugadores. Grondona tenía el teléfono intervenido y por eso fue grabada la charla con Tinelli, aunque nada tenía que ver con el delito que se investigaba. Esa causa era llevada adelante por el polémico juez Norberto Oyarbide. Ahí está la pista de cómo Angelici habría conseguido esos audios. El Tano fue clave en la “digna retirada” del juez Norberto Oyarbide. Hay que recordar que el magistrado estaba a punto de ser enviado a juicio político por el Consejo de la Magistratura (controlado por Angelici) y, en un supuesto pacto, renunció para evitar ser investigado. La misma Elisa Carrió denunció un acuerdo espurio. "La renuncia de Oyarbide, el juez más corrupto de la Argentina, prueba su acuerdo con Angelici. Veremos que hace el presidente. Esto se llama impunidad”, había remarcado Lilita en Twitter allá por 2016.

Según cuentan las pasillos de Tribunales, Oyarbide antes de dejar su despacho le hizo un obsequio a Angelici, quien lo salvó de un final escandaloso. Le habría entregado copias de gran parte del material de pruebas que circulaba en su juzgado, entre ellas, las escuchas entre Tinelli y Grondona.

Lo que se sospechaba se confirma, el fútbol fue víctima de espionaje y todas las miradas están puestas en Angelici.