No fue una reunión más. Pocas veces los dirigentes llegan a una reunión de Comité Ejecutivo sin orden del día. Esta vez, encima eran dos reuniones. Un Comité de Liga y otro de AFA. Ninguno tenía temario, pero todos sabían que en algún momento la trifulca mediática entre Independiente y AFA luego ramificada en otros iba a tomar protagonismo.

Tapia llegó como pocas veces con gesto adusto, como enojado. Lo demostró en todos los saludos mano a mano con cada dirigente que se cruzó, aún con los afines. Sin sonrisas, sin chistes, se sentó rápido en la cabecera de la larga mesa que contuvo a la treintena de dirigentes presentes. A su lado, el gerente de la Liga Profesional de Fútbol, Francisco Duarte; el secretario general de AFA, Víctor Blanco; el tesorero de AFA, Pablo Toviggino; y el director general de AFA, Gustavo Lorenzo.

La concurrencia entre clubes de Primera fue perfecta. Hasta Talleres de Córdoba, abiertamente enfrentado a la conducción de AFA, envió al siempre moderado Rodrigo Escribano. Por Independiente, de días tensos con la AFA, dieron presente Carlos Montaña y Daniel Seoane, los dos dirigentes con más diálogo en AFA. En los pasillos se dijo que Néstor Grindetti no fue para evitar escuchar en primera persona que en AFA la mayoría cree que la beligerancia de Independiente no responde sólo a cuestiones deportivas.

El primero en tomar la palabra fue Duarte. Repasó cuestiones de competencia. En tres ellas, ratificó que los cuartos de la Copa de la Liga se van a disputar en territorio neutral. Se acordó que en los próximos días van a quedar definidas las sedes. También se comentó que por pedido de FIFA se retomarán las auditorías externas sobre los números de los clubes. Un nuevo estadío del fair play financiero relajado desde la pandemia. Este tema no es menor, la nueva disposición llegada desde Zúrich propicia que junto a la AFA un auditor externo revise los números de los clubes. Ese auditor tendría el rol de informarle a la casa madre, por ejemplo, los números reales de los contratos de los futbolistas. Se sospecha que hoy muchas entidades blanquean salarios irrisorios a sus deportistas para esconder deudas que les generen inhibiciones. Este sinceramiento de números dejaría a varios clubes expuestos a sanciones de AFA que van desde la quita de puntos a la imposibilidad de incorporar en el mercado de pases. Muchos dirigentes se fueron de la reunión sin entender el alcance de la medida. Horas más tarde empezaron a entender que van a tener la lupa encima de sus planillas de cálculo como nunca antes.

Pero recién sobre el cierre llegó la palabra de Tapia. Ahí al presidente de AFA se le volvió a transformar el rostro. Serio, enojado pidió “responsabilidad” en las críticas e hizo una comparación con la crispación general que se vive hoy en Argentina. “Les pido responsabilidad. Hoy todo genera más enojo. Si hay críticas las puertas de esta casa están abiertas. Hemos citado a Beligoy para que hable y planteen lo que sea. No es bueno mediatizar todo fallo arbitral”, remarcó Tapia ante la mirada de dirigentes que asintieron al pedido. Así es como surgió este “pacto” para que todo se resuelva puertas adentro y evitar las explosiones mediáticas.

Según Tapia los arbitrajes pasan por cuestionamientos a nivel mundial. “¿Vieron la patada a Messi?, ¿vieron lo que pasó con los fallos a favor del Real Madrid y el escándalo en España?, acá todo se termina magnificando aún más”, planteó. En ese marco hizo un fuerte llamado a los dirigentes. “Si sus técnicos tienen dudas, que venga a AFA y las planteen, tienen a disposición a los árbitros. Ustedes son dirigentes y están para dirigir sus clubes. Si el reclamo es desmedido entiendo que tiene la aprobación también de ustedes ¿Alguno quiere plantear ahora algo puntual y lo empezamos a hablar en este marco?", preguntó. Todos escucharon, asintieron, pero nadie planteó ninguna inquietud ni si quiera los dirigentes de los clubes cuyos técnicos plantearon cuestionamientos respecto al arbitraje.

A rigor de verdad, la reacción de AFA para con Tévez tuvo una beligerancia inédita y el motivo hay que buscarlo en la política. Desde Viamonte están convencidos que los tweets de Tévez post conferencia tienen letra de Mauricio Macri. Creen que el reclamo del presidente del club, Néstor Grindetti, y del entrenador tienen también como objetivo desprestigiar a la conducción de la AFA a pedido del expresidente. “Todo tiene color amarillo, no es casual. Todo esto y la embestida para convertir los clubes en Sociedades Anónimas. Todo es parte de lo mismo. No seamos ingenuos”, interrumpió uno de los dirigentes reafirmando las palabras de Tapia. Esa reflexión conspirativa, a priori, tiene sustento. Es que el propio Macri se encarga de hacer saber en cada reunión política que hizo pedidos puntuales al Gobierno como parte de su acuerdo de gobernabilidad: uno de esos puntos tiene que ver con el fútbol. Macri tiene dos objetivos claros: imponer las Sociedades Anónimas y desplazar a Tapia de la AFA. Para el ingeniero, en su ecuación matemática, el orden de los factores no altera el producto. Es por eso que apuesta fuerte por ambas sin importarle qué resultado obtiene primero.

Pero Tapia fue más allá y le apuntó al Grupo Clarín tal como había hecho el mismo Toviggino hace algunas semanas. “Les tengo que contar que desde hace semanas Clarín está presionando para renovar por un monto bajo el contrato para trasmitir los partidos de la B Nacional y la B Metro. No alcanza y desde que nos pusimos firmes empezaron a bombardear todos los días con notas. ¿Ustedes están de acuerdo que los contratos de TV se tienen que revisar y ponderar? No nos van a apretar”, remarcó. En la charla, envalentonados algunos dirigentes propusieron también revisar nuevamente el contrato con ESPN y TNT Sports. La aceptación fue unánime. Habrá que ver si cobra fuerza una nueva envestida contra las televisoras. Cabe destacar que las dos oportunidades en las que estuvieron en jaque fue porque una de las cadenas traicionó a la otra e intentó desplazarla.  

Las charlas entre dirigentes siguieron en el asado post comités. Ahí empezó a gestarse una especia de consenso para evitar las guerras mediáticas. “No queremos que la política aproveche los reclamos sobre el arbitraje para querer imponer intereses que no son del fútbol”, dijo el representante de uno de los 5 grandes. ¿Bajará la espuma?