En declaraciones al colega Marcos Velázquez, del Diario ABC de Paraguay, el expresidente del Comité de Gobernanza de FIFA, Miguel Poiares Maduro, habló de un tema que él mismo ya había tratado: la falta de transparencia en las remuneraciones de los dirigentes. 

El ex dirigente portugués fue destituido antes de un congreso de FIFA, luego de que pusiera el foco en el dinero que cobraban, entre otros, Gianni Infantino y Alejandro Domínguez. “El artículo 6 de las Reglas de Gobierno de la FIFA obliga a la divulgación de los salarios del Presidente, Secretario General y miembros del Consejo en el Informe Financiero de FIFA”, dijo Poiares Maduro.

Luego, el portugués afirmó que la información “debería estar en el informe, si no, representa una violación de las normas, pero no he comprobado, el informe se aprobó en el Congreso de Bahrein y, como se sabe, ya no he participado en el mismo”. Cabe destacar que él fue destituido del cargo antes del citado congreso. “Las reglas de compensación de la FIFA se estaban modificando en el momento en que dejé mis funciones. No sé si la nueva versión ha sido o no adoptada y cuál es su contenido en concreto. Pero puedo decirle las preocupaciones que expresé en el contexto de este proceso”, señaló luego.

Haciendo un análisis de la situación que ha merecido su atención, Poiares Maduro señala que es necesario: 

–Mayor transparencia en las remuneraciones asignadas, en particular ampliando la obligación prevista en el artículo 6, a otros cargos.

–Eliminación de formas de remuneración oculta (especialmente ventajas para los cónyuges, etc.) 

–Mayor proporcionalidad entre el volumen de trabajo, la responsabilidad del cargo y la remuneración asignada; No me chocan el salario del Presidente o de la Secretaria General o de los miembros del Consejo con particular trabajo y responsabilidades, pero ya choca que el mismo valor sea atribuido a miembros del Consejo que no ejercen prácticamente funciones o trabajo alguno. Choca, igualmente, el mantenimiento de un sistema de pensiones para los miembros del Consejo cuando esta no es su actividad profesional principal y porque puede ser utilizado como mecanismo de influencia política.

El portugués señala que durante su trabajo, “he propuesto expresamente el refuerzo de las normas que obligan a ‘declaraciones de interés’ para prevenir los ‘conflictos de interés’. Desafortunadamente, nuestra propuesta no parece haber sido tan siquiera discutida en el Congreso de Bahrein. Esto es un aspecto muy negativo, más que las propias remuneraciones pagadas”.