La reunión de la Superliga en el flamante primer piso de la Superliga tuvo como principal eje de discusión el recelo que genera que las decisiones del fútbol argentino que tienen a la Primera División como protagonista central se tomen unilateralmente en la AFA.

Con el eje puntual en la designación de Federico Beligoy como director nacional de arbitraje como último disparador, la Superliga de tomó casi 40 minutos para reclamar mayor participación en la toma de decisiones.

Esta bronca es una acumulación de tensiones que incluyen la reforma del Ascenso (fundamentalmente de la B Nacional), la decisión de sacar la dupla Elizondo-Sánchez y otras consultas que Superliga le hace a la AFA y desde Viamonte se demoran en las respuestas. Muchas de esas consultas tienen que ver con gastos del convenio de coordinación.

Es por eso que Mariano Elizondo y Jorge Brito, presidente y vicepresidente primero de Superliga, se reunirán con sus pares de AFA para activar no solo la Comisión tripartita arbitral (Beligoy por AFA, otro por Superliga y uno de consenso) sino otras cuestiones que estipula el convenio de coordinación.

En un cónclave donde las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) no estuvieron sobre la mesa sino que fueron una sombra que asomará a futuro, se aprobó el reglamento del torneo y la clasificación a torneos internacionales.

Luego de esta reunión, los tres representantes de la máxima categoría (José Manzur, Marcelo Martín y Rodrigo Escribano, acompañados por Gabriel Pellegrino) fueron a la AFA para sellar el acuerdo por los torneos de ascenso.