Ezequiel Melaraña, actual Presidente de Tigre, habló en "Puede Pasar" por D Sports Radio 103.1 FM y confesó cómo va a seguir su vida política en el club. Además, mencionó cuánto dinero dejó la venta de Mateo Retegui y la posibilidad de que Diego Martínez sea el director técnico de Boca Juniors.

“La rareza de no participar de lo que viene después de tantos años es lo que me hace más ruido. Después lo demás son situaciones naturales en la vida política y activa de los clubes. Que haya elecciones en Tigre es un dato para destacar porque desde 2012 no se votaba, mucho años sin lista opositora”, comenzó diciendo.

El máximo mandatario negó seguir ligado al ‘Matador’: “Me alejo totalmente del club después de las elecciones. Fueron 20 años. Lo mejor para el club es que haya un recambio. Es momento de una nueva generación. Uno también necesita tomar un poco de aire. A Tigre le conviene que yo no forme parte de su vida cotidiana”.

Sumado a ello, remarcó la mejora que tuvo la institución desde que llegó él: “Son 20 años, es mucho tiempo. El otro día decía que yo siempre me sentí el presidente del club en el aspecto futbolístico, con todo el respeto que le tengo a los dos presidentes que me tocó compartir cuando era dirigente. Siempre trabajé en conjunto con ellos. Sinceramente lo que me llevo es altamente positivo porque el club era uno cuando nos tocó hacernos cargo y claramente hoy es otro club plantado de otra manera para los desafíos que se vienen por delante”.

“El momento que más me marcó y es único e irrepetible es haber salido campeones por primera vez en la historia. Quizás desde la satisfacción personal, sentí más felicidad y orgullo en el primer ascenso con Ricardo Caruso. Un entrenador con el que me sentí más cómodo es Diego Martínez. Fue un desafío. Coincidimos en un momento muy bueno de los dos”, admitió Melaraña en D-Sports Radio FM 103.1.

Por otra parte, le dedicó unas oraciones a Mateo Retegui por su importancia en el corto tiempo que estuvo en Tigre: Nos dejó un sentido de pertenencia impensado. La verdad que cuando lo fuimos a buscar, era un reemplazo de Pablo Magnín. La evaluación era buscar un jugador con proyección y buenas condiciones pero sin nombres. Después superó ampliamente las expectativas y se terminó quedando con el lugar. Logró en poco tiempo un sentido de pertenencia que otro están mucho tiempo y no lo logran".

Y agregó: "Nos dejó un montón de goles, momentos maravillosos, partidos que se inventaba los goles solos y nos dejó plata. Está buenísimo hacer el negocio que se hizo con un jugador que llegó en la situación de él. En un club mediano como Tigre son muy necesarios. La cifra final fue de 3 millones de dólares”.

Sobre la posibilidad de que Diego Martínez entrene a Boca: “Es un entrenador que puede dirigir donde él se proponga. Tiene todas las condiciones para ser el muy buen entrenador que es y transformarse. Es un tipo que vive para lo que hace y está muy preparado. Está en el momento justo para dirigir a Boca. Cuando tuvo la posibilidad estando en Tigre, su experiencia en primera era la de Godoy Cruz más la nuestra solamente. A Huracán lo hizo salvar del descenso y jugar bien. El ADN de sus equipos se ve a simple vista. Con las posibilidades que le puede dar un club como Boca puede ser una combinación para Boca buenísima”.

Su opinión sobre los ídolos que están a favor de la oposición: “Trato de separar lo que fue para mí como jugador el Chino Luna con que esté en la lista opositora. Como dirigente me tocó que vuelva tres veces a jugar a Tigre y todas las veces fueron momentos recontra buenos. Nada me va a hacer cambiar la imagen que tengo de él como jugador e ídolo. Mi hijo me hace un gol y dice Chino Luna cuando relata”. 

“Además él no está en la lista porque no participa, no es candidato y no ocupa ningún cargo. Él trabajaría en caso de que la lista opositora gane las elecciones del club. No mancha nada esta circunstancia lo que representa él para el club no para mí. Hay que ser noble y no llevarse por posiciones momentáneas. Si era candidato mi análisis era otro, pero no es así. Está en su derecho de tener un cargo en el club”, continuó declarando.

Melaraña contó cuáles son sus grandes gestiones en Tigre, pero también sus decepciones: “Tengo la convicción de que cualquier club que quiera pertenecer a la liga campeona del mundo y tiene más equipos de los que debería tener, tiene que tener un lugar de entrenamiento propio. Yo eso no lo pude lograr. Sí logré tener adjudicada la tierra pero me hubiese gustado aunque sea haber levantado dos paredes. Es una satisfacción a medias. Un sinsabor”.

“Lo mismo me pasa con la reforma del estadio, nunca me animé a endeudar el club por esa reforma grande. Pero también sí pudimos comprar 6 propiedades lindantes al estadio que van a ser fundamentales para una futura reforma de la cancha. Lo bueno de mi gestión fue lo deportivo. Esa es mi tranquilidad que termino como presidente”, cerró.