(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Ya lo dice Daniel Angelici, la gente recuerda las presidencias y las gestiones basándose en los títulos, si la pelota entra o no. Es raro que salga a festejar balances. El éxito de gestión de Mauricio Macri en Boca estuvo signado por una época dorada en la que ganó (más de una vez) todo lo que se le cruzó. Y en eso tuvo mucho que ver los jugadores con los que contó. En especial, Juan Román Riquelme, Martín Palermo y Guillermo Barros Schelotto. 

Ahora, en el cargo de Presidente de la Nación, Macri anhela contar con algún "jugador" que haga la individual y marque un golazo para el país. Por ahora, no apareció y el mandatario sabe que no está. Incluso, metaforizó con ello: "Acá no hay un Riquelme que te salve", le dijo a Mario Vargas Llosa en una charla que mantuvieron en el marco de la cena por el 30° aniversario de la Fundación Libertad.

Mauricio hizo especial referencia al año 2007, dónde un Román Mágico consiguió (casi en solitario) la sexta Copa Libertadores para Boca. "Ojalá hubiese un Riquelme que viene y hace magia y te resuelve todos los problemas", anhelo el Presidente hablando de la dura situación económica actual.

En diálogo con el célebre escritor peruano, ganador del premio Nobel de Literatura y candidato a presidente de su país en 1990, Macri habló sobre qué hará en caso de ser reelecto en octubre: "Estamos yendo por un camino duro, pero sólido. No creemos más en recetas mágicas", sostuvo el mandatario.

"Vengo del fútbol, y en el fútbol hay siempre una posibilidad de que aparezca el goleador o el jugador que te salve. Yo me acuerdo cuando perdimos la final con Estudiantes de La Plata (Apertura 2006), dije '¿Qué hacemos, qué hacemos? Vamos a traer a Riquelme de vuelta'. Llamé al Villarreal, estaba en conflicto Riquelme. Pagué una fortuna, me decían que era el Cartonero Baez, un miserable. 'Hay que jugar esta apuesta', dije. Lo trajimos y ganamos la Copa Libertadores, y fue una cosa maravillosa", recordó el mandatario.

Riquelme marcó, desde los octavos de Final de esa Copa, siete tantos, incluidos tres en la final, ante Gremio. Su plusvalía en aquel torneo fue total.

"Acá no hay un Riquelme que te salve. Ojalá hubiese un Riquelme que viene y hace magia y te resuelve todos los problemas que corresponden a millones de personas comprometidas en trabajar, en respetar al vecino, en respetar las ley y en respetar las libertades. Así se construye un país", cerró el Presidente que una vez más apeló al fútbol para ejemplificar lo que sucede.