Nadie la avisó al presidente Alberto Fernández la jugada que se armaba desde Suiza. A rigor de verdad, nadie la sabía con certeza. La política y la rosca del fútbol se conmocionaron cuando ayer al mediodía el ex presidente Mauricio Macri era nombrado titular de la Fundación FIFA y, al unísono, salieron a cuestionar esa designación de Gianni Infantino.

Sólo unos pocos sabían la bomba que iba a llegar desde Zurich (algunos miembros del círculo chico del presidente de FIFA y el entorno de Mauricio Macri). Dicen que uno de los pocos que sabía y lo felicitó de antemano fue Hamad Jalifa Al Thani, el poderoso emir de Qatar. 

Al Thani tiene estrechos vínculos con la entidad que rige el fútbol mundial e intensificó su relación con Infantino luego de que la organización del Mundial en ese emirato corriera riesgo por serias sospechas de corrupción en su designación como sede. El emir ama el deporte y como muchos monarcas lo considera un espacio de negocios, relaciones, imagen y status principalmente ante los ojos de occidente.

Esas razones lo llevaron a principios de la década pasada a comprar el Paris Saint Germain y a reconvertirlo en un club protagonista en Europa a costa de fichajes multimillonarios. La relación con Macri también es muy estrecha. Hay algunos que risueñamente (bah, socarronamente) dicen que es el alterego del ex presidente argentino. El vínculo entre ambos es tan bueno que excede la diplomacia.

En una de las visitas del emir a la Argentina, Macri lo convenció para que Qatar Airways (la aerolínea del emirato) sea main sponsor de Boca a cambio de una cifra millonaria. En el medio de la operación estuvo un amigo en común de ambos: el ex tenista Gastón Gaudio, quien se llevó una jugosa comisión. La relación excede el fútbol. En 2016 el gobierno de Macri firmó un polémico “Memorándum de entendimiento” entre Argentina y Qatar. El vínculo incluía la sociedad entre el Fondo de Garantías de Sustentabilidad de la Anses (FGS) y el Qatar Investmets Authority (QIA) con el fin de crear un fondo de inversión de u$s 1.000 millones destinado a realizar proyectos de infraestructura. El gran punto oscuro y por el que ese entendimiento fue denunciado en la Justicia es que planteaba la posibilidad de acudir a una estructura "off shore" para canalizar inversiones, como así también la designación de un "Tercero Administrador" para manejarlas discrecionalmente. Por esta firma Macri y la ex vicepresidenta Gabriela Michetti fueron imputados, pero finalmente la causa fue cerrada a mediados de 2018.

Ahora Macri tendrá un cargo clave para blanquear la imagen de FIFA en el mundo y la de sus aliados. Uno de ellos es justamente su amigo Al Thani, quien además será uno de los aportantes para engrosar el presupuesto de u$s 100 millones anuales que manejará Mauricio y que aspiran a que con recaudaciones llegue al menos a quintuplicarse.

La designación se manejó muy discretamente aunque, como ya contamos en "Doble Amarilla", fue una devolución de favores. Durante la reunión del G-20 de fines de 2018, Macri tuvo un gesto inmenso con Infantino: lo incluyó dentro de los oradores del foro y así por primera vez en la historia un presidente de FIFA exponía en la copa del mundo de los diplomáticos. En Zurich, varias fuentes aseguran a "Doble Amarilla" que en ese momento se selló definitivamente la amistad entre ambos, aunque para ese entonces Macri aún soñaba con ser reelecto presidente argentino y no con ser funcionario de FIFA.

El ofrecimiento formal de Infantino se habría dado el 21 de diciembre del año pasado cuando Macri viajó a ver la final del Mundial de Clubes entre Flamengo (verdugo de River) y Liverpool, que coronó a los ingleses como los campeones mundiales. Justamente esa final y el ofrecimiento a Macri tuvieron lugar en el estadio Khalifa International de Qatar, donde se jugará probablemente el partido inaugural de la Copa del Mundo 2022. 

La noticia molestó y mucho en casa de Gobierno. El Presidente Alberto Fernández mostró indignación y perplejidad. “¿Nadie sabía de esto?”, preguntó como acto reflejo a sus colaboradores. Ya para el mediodía empezaron los llamados frenéticos. El mandatario llamó a no menos de cuatro hombres con relación con el fútbol para averiguar los porqué de esta designación que ya olfateaba inconveniente, algunos importantes presidentes de clubes de Superliga.

Entre las diversas llamadas de actores del fútbol (algunos a pedido del mismo Alberto Fernández), el teléfono que más sonó fue el del presidente de Conmebol, Alejandro Domínguez. "¿Ustedes sabían que iban a designar a Macri?", fue la pregunta recurrente que escuchó el paraguayo del otro lado de la línea. Conmebol no tenía certeza pero lo sospechaba.

Domínguez fue testigo privilegiado de cómo se movió Mauricio Macri en diciembre en Qatar. Al titular de Conmebol le llamó la atención las reuniones de alto nivel de las que participó el ex presidente argentino. De hecho hasta estuvo en un cónclave exclusivo en el que se habló del nuevo formato del polémico mundial de clubes que organiza FIFA y que tiene muy nerviosa a UEFA. Macri, no sólo fue invitado a reuniones de alto nivel sino que hasta socialmente se mostraron juntos con el presidente de la FIFA. Infantino suele viajar solo a las reuniones, pero en esta oportunidad lo hizo acompañado de su esposa y madre de sus cuatro hijas, la libanesa Leena Al Ashqar. La única salida a solas que hizo la pareja en su estadía en Qatar fue justamente a cenar con Mauricio Macri y Juliana Awada. Ya a mediados de enero en Asunción sabían que la relación entre Infantino y Macri podía derivar en algo concreto y hasta sospechaban que la Fundación FIFA era el posible destino, aunque aún no tenían certezas.

Entre todas las llamadas que recibió Domínguez le hicieron notar la molestia de Alberto Fernández por el nuevo cargo de Macri. El Presidente argentino hasta imaginó que el paraguayo podía hacer presión en FIFA para voltear el nombramiento. Pensó que las quejas al unísono de AFA, Superliga y casi todos los presidentes del fútbol argentino (Talleres fue la excepción) eran suficiente para poder revertir el golpe político internacional de Macri. Sin embargo, quienes hablaron con Domínguez se encontraron con una respuesta contundente, según reconstruyeron fuentes de Casa Rosada y Luque a este medio. “La relación entre Conmebol y FIFA está tan tensa que no hay espacio para ningún pedido”, fue el mensaje.

¿Qué pasa entre Conmebol y FIFA? Primero hay que decir que la designación de Macri cayó muy mal en el ente sudamericano, que hubiera preferido participar de la decisión. Pero la tensión entre la entidad madre y la sudamericana comenzó hace un par de meses. El detonante fue la creación por parte de FIFA de la Asociación Mundial de Clubes, entidad que inventó Infantino para cultivar una relación directa con los clubes salteando a las confederaciones y las asociaciones de cada país. Una idea que surgió para hacerle frente a la UEFA y que terminó generando el malhumor también en Conmebol, entidad que hasta hace algunos meses era su aliada incondicional del ítalo-suizo.La decisión de nombrar a Macri fue toda del Pelado (así lo llaman a Infantino la mayoría de los dirigentes sudamericanos), inconsulta como muchas decisiones importantes que toma últimamente. No hay espacio para plantearle nada desde Conmebol aunque ya se dará cuenta por las reacciones que no cayó nada bien”, relató una alta fuente del ente sudamericano a "Doble Amarilla". Respuesta similar le hicieron llegar a Alberto Fernández.

A sabiendas de que no iba a haber marcha atrás, y si bien las críticas fueron genuinas, ayer interlocutores del Gobierno en el fútbol se encargaron de llamar a hombres fuertes del fútbol para pedirles que salieran a “criticar furiosamente” la acción de Infantino. Es más, en el Gobierno aseguran que algunas líneas críticas escritas ayer por varios protagonistas contra Macri fueron letra directa del Ejecutivo. 

Sin mucho margen para el marcha atrás, habrá que ver los próximos pasos del fútbol y del Gobierno para con FIFA. Un dato no menor es que Gianni Infantino tiene previsto visitar el país este año. Será para mediados de junio cuando se inaugure la Copa América que nuestro país coorganiza con Colombia. Es probable que ese partido inaugural se juegue en el Monumental y allí debería estar presente el mandamás del fútbol mundial. Toda inauguración de una copa y una final son, además, actos políticos. Es imaginable hoy un palco entre ¿Infantino, Alberto Fernández y Macri?.

Con mucha picardía, un hombre de peso en el fútbol y que aún conserva fluida relación con Macri se preguntaba ¿Aprovechará Mauricio la Copa América para anunciar alguna acción de la Fundación en Argentina? Sería una jugada al límite que mezclaría algo que FIFA pregona evitar, pero que cada vez le cuesta más disimular: que la política y los intereses de los Estados se fundan con la rosca de la redonda.