(De la redacción de DOBLE AMARILLA) Todo era una fiesta riverplatense. Los festejos del campeón de América tuvieron dos epicentro: el Obelisco y el mismo Monumental.

En la 9 de Julio desde las 20 hasta la medianoche todo transcurrió con normalidad, pero cerca del paso de día comenzaron los incidentes. 

Un grupo de hinchas violentos de River arrojaron botellas y piedras contra la policía, que respondió con balas de gomas y gases lacrimógenos. Ahí hubo corridas que terminaron por llevar los incidentes a las cercanías del Obelisco. En la huida, muchos violentos rompieron vidrieras y generaron destrozos en la calle.

Hasta el momento de los incidentes, había unas 20.000 personas concentradas en la Plaza de la República. Tras los enfrentamientos, las fuerzas de seguridad despejaron la zona y no dejaron volver a festejar.