La revolución de los entrenadores del fútbol argentino en este 2018 no tiene como escenario predilecto al pizarrón ni al campo de juego. No pasa por un sistema táctico nunca antes visto. El objetivo común de la mayoría es claro y contundente: cambiar el funcionamiento del sindicato que los nuclea y, de no ser posible, constituir una nueva entidad. En las últimas horas, volvieron a dar un paso concreto con una nueva reunión. 

Tal como adelantó DOBLE AMARILLA en noviembre, un grupo de directores técnicos que tiene como figuras fundamentales a Oscar Garré, Jorge Burruchaga, Julio Falcioni, Omar De Felippe, Gustavo Alfaro, Ricardo Caruso Lombardi, Alberto Pascutti y Felipe De La Riva, y que agrupa a profesionales de todas las categorías del fútbol argentino, comenzó a desarrollar un movimiento para reemplazar a Victorio Nicolás Cocco al frente de La Asociación de Técnicos del Fútbol Argentino (ATFA). Cocco va camino a las dos décadas como máximo responsable del gremio. 

Durante la última semana, se intensificaron las charlas y si bien se aguarda por una gran reunión a nivel nacional, hoy son Oscar Garré y Omar De Felippe quienes lideran la carrera de ser necesaria una fórmula que se presente a elecciones contra el oficialismo, previstas para agosto. 

Garré consigue ese status gracias al respaldo de Burruchaga. Además de haber sido compañeros en México 1986, el ‘Mago’ cuenta con el aval de Claudio ‘Chiqui’ Tapia, el presidente de la AFA, quien designó a ‘Burru’ como mánager de la Selección Nacional. Sin embargo, son De Felippe y Alfaro quienes generan más consenso entre sus colegas. El ascenso buscará instalar un representante en un cargo fundamental y con poder de decisión. Una acción que consideran esencial y aún no lograron es el compromiso público de los entrenadores de los “clubes grandes”. 

Para identificar el origen del movimiento hay que remontarse a marzo de 2017, cuando los entrenadores en rebeldía crearon una comisión para tener más representatividad. Luego, comenzaron con asambleas en todas las provincias. Hoy están determinados a desplazar a Cocco o crear un gremio paralelo: patearon el pizarrón. 

Las quejas son varias y fundamentadas. La ATFA no ha respondido ante reclamos por salarios atrasados, pedidos de cobertura médica y apoyo psicológico. Tampoco ante solicitud de asesoramiento legal ante conflictos con clubes. Mucho menos ante ataques y amenazas de barras.

El primer encuentro con la idea de modificar el escenario se desarrolló en el predio que Leonel Gancedo administra en Villa Devoto. Allí se definió conformar una comisión integrada por un abanico de entrenadores capaz de representar a todo el sector “a partir de la experiencia, la capacidad y el conocimiento de cada categoría”.  

En aquella reunión se planteó hasta la chance de llegar a la huelga si no tienen respuestas del gremio y, sobre todo, si se repiten las demoras en el pago de salarios y los aprietes de los barras.  Se puso a Quilmes (llegó a deberle a 5 directores técnicos al mismo tiempo) como caso testigo. 

Gustavo Alfaro y Jorge Almirón fueron otros de los que se mostraron preocupados por la falta de respaldo del gremio. “La situación de los entrenadores del ascenso es delicada. La obra social es un desastre”, detalló Mariano De la Fuente, ex DT de J. J. Urquiza. Los técnicos expresan su preocupación porque “hay colegas que van al gremio para solicitar una mínima ayuda para tratar enfermedades y los ignoran completamente”. 

Luego, las convocatorias se sucedieron y la idea se convirtió en certeza. Agosto está marcado en el calendario por los entrenadores del fútbol argentino. Es “su” partido y están dispuestos a ganarlo de cualquier manera.