(De la redacción de DOBLE AMARILLA) Conmebol había jugado muy fuerte en el respaldo de Edwin Oviedo, su apuesta fuerta en Perú. La detencion del dirigente este jueves en Lima lo deja con un pie y medio afuera del mundo del fútbol y a la conducción de la Confederación Sudamericana le provoca un nuevo golpe de gobernabilidad, ya que Alejandro Domínguez pierde uno de sus aliados del círculo rojo. 

Muy atrás quedó la jugada maestra de Domínguez para su reelección anticipada como presidente de Conmebol allá por abril y su sustento de gobernabilidad con Argentina y Brasil en lugares estratégicos... porque la pelicula hacia fin de año muestra a una conducción del fútbol sudamericano con una baja popularidad y opinión pública sumada a esta merma de gobernabilidad en una rápida recorrida por sus países miembros.

La jugada política de respaldar públicamente a Edwin Oviedo junto con el viaje de un hombre de extrema confianza de Domínguez como Gonzalo Belloso fue una apuesta muy arriesgada. Además Conmebol desplegó todo el arsenal de la negativa de intromisión política de FIFA en el fútbol para blindar al número uno de la Federación Peruana.

"Lo deportivo es importante, pero necesita un respaldo político. Por eso creemos que Edwin Oviedo debe seguir. No veo ninguna razón para que no lo haga", fue la frase que dejó Belloso en su entrevista con el diario local El Comercio. Sin embargo, el devenir de los acontecimientos y las actuaciones judiciales, dejaron a la Conmebol en off-side.

Domínguez se había imaginado este fin de año como el tiempo de relanzamiento de su gestión. Con la licitación por cuatro años de sus competencias de clubes, la Copa América de Brasil en el horizonte y el fortalecimiento de su programa "Cuentas Claras", el máximo dirigente sudamericano soñaba con un auditorio aclamándolo el 19 de diciembre en Luque durante el sorteo de la próxima Copa Libertadores.

Sin embargo, en el mapa de poder político hoy Domínguez no es el imaginado y ahora deberá refrendar en 2019 su poder. La confianza del paraguayo en el respaldo de FIFA tuvo un golpe al ego en la suspensión de la final de la Copa Libertadores en Buenos Aires ante la mirada de Gianni Infantino.

Por todos estos motivos, "la apuesta Madrid" es la oportunidad de relanzamiento que ve el paraguayo para revertir un momento endeble de construcción política y una baja imagen positiva en la región y en el mundo. Claro, que sea justamente Madrid no deja de ser una dehonra para Sudamerica que se resigna ante Europa y FIFA como imposibilitado de organizar una final en terrotorio propio. Todo esto augura un 2019 a pura rosca en Conmebol con la mirada en los movimientos de cada una de las federaciones (con principal atención en Brasil), pero también en las noticias judiciales que puedan llegar desde EEUU...