(PARÍS) El flamante presidente reelecto de la FIFA, Gianni Infantino volvió a mostrarse confiado y convencido que el nuevo Mundial de Clubes, que se implementará desde 2021, "contribuirá al desarrollo del fútbol" y aseguró que clubes europeos, reticentes, también participarán en esa competición.

"No lo organizamos solo por organizar una competición, sino porque tiene que ser un impulso para el desarrollo de los clubes", dijo en conferencia de prensa luego de finalizar el 69º Congreso de la FIFA en Versalles, donde renovó su mandato hasta 2023.

El nuevo Mundial de Clubes, que se iniciaría en 2021 tras las dos últimas ediciones en Doha, contaría con 24 equipos participantes y se disputaría cada cuatro años.

Al ser consultado por los ingresos que generará este nuevo formato, Infantino los definió como cuantiosos y lamentó las reticencias, fundamentalmente desde Europa al cambio.

"Espero llegar a los 50.000 millones, no a los 25.000. Creo que en cualquier negocio normal, si el presidente o el consejero delegado presenta a los accionistas una propuesta para un acuerdo que supone 25.000 millones, se diría: 'mirémoslo'", sentenció desafiante.

Los derechos, recalcó, se quedarían en manos de la FIFA: "Nunca en mi vida pensaría o propondría que parte de una competición pertenezca a otro".

Y asimismo, instó a pensar en la visibilidad que ganar esa competición daría a nivel internacional tanto a un equipo pequeño como a sus futbolistas."Que el fútbol sea global significa que tenemos que desarrollarlo en todas partes".

En este sentido y ante una consulta sobre la necesidad exportadora de los clubes sudamericanos enfatizó: "Yo creo que debe darse un cambio de paradigma y que tanto los clubes argentinos como brasileños, como Boca, Independiente, Flamengo, Fluminense o Santos -por citar algunos casos-, tendrían que aprovechar si clasifican al Mundial para retener a sus figuras con estos ingresos extraordinarios".

"Si aparece Real Madrid es una cosa pero antes de vender a un jugador a un club de segunda división de Portugal, por ejemplo, me parece que debe haber una política de retener figuras en los clubes sudamericanos",  insistió Infantino, que encara a sus 49 años un segundo mandato en el que se comprometió a seguir trabajando en favor de la transparencia y contra la corrupción.

Por último, el máximo dirigente del fútbol mundial fue muy crítico con los casos de acoso sexual denunciados en el interior de algunas selecciones.

"Un solo caso ya es demasiado", apuntó sobre un problema que garantizó que la FIFA se toma con seriedad y en el que colabora con otras instancias internacionales, como la ONU, en busca de ofrecer una mayor protección.

"Tengo cuatro hijas, hacen deporte y, para ser sincero, aunque no debería decirlo, no sé qué haría si algo les pasara. Triste y desafortunadamente, cuando hay personas, particularmente hombres, que están en contacto con niños o niñas en los vestuarios, sea en el fútbol, en otro deporte o situación vital, estas cosas lamentablemente pasan", concluyó.

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