Martín Gorostegui, flamante presidente de Estudiantes de La Plata, habló en exclusiva con Doble Amarilla en el marco de su asunción formal. Reconoció, entre otras cosas, que la inversión en el estadio UNO influyó en el bajón futbolístico que hubo "principalmente el año pasado".

"No podemos escindir la realidad futbolística de lo que fue una inversión monumental en el estadio. Uno de los pilares sobre los que se va a basar la nueva gestión es potenciar todo lo deportivo, así que los recursos del club van a volver a estar dirigidos a ello", expresó.

En tanto, defendió la gestión de Juan Sebastián Verón y subrayó que "su compenetración es total y absoluta". "Somos un equipo de trabajo. Hay mucha gente detrás nuestro que empuja el carro y empuja bien", indicó. También elogió el trabajo de Ricardo Zielinski, llegado recientemente al club desde Atlético Tucumán. "Es el entrenador ideal para el momento que estamos atravesando", consideró.

Por último, hizo hincapié en la intención de "fortalecer los vínculos" con la Asociación del Fútbol Argentino. "Somos convocados y consultados para muchas de las cuestiones que el fútbol argentino resuelve. Por supuesto que la AFA es nuestra entidad madre y nosotros debemos fortalecer siempre los vínculos con ella. Y vamos a seguir en ese sentido", consideró.

- DOBLE AMARILLA: ¿Qué balance se hace de la gestión?

- MARTÍN GOROSTEGUI: Entendemos que el balance es claramente positivo, sobre todo tomando como punta de partida el club que nos encontramos en 2014. Sin ninguna duda, en el 2017 dejamos un mejor club y hoy hay un mejor club en relación al 2017. Es mucho más palpable la situación actual porque en el medio de la segunda gestión, pudimos inaugurar nuestro estadio, pero ha sido un proceso virtuoso para la vida de la institución en todos los aspectos. En lo administrativo, en infraestructura, en las actividades del club en general, en incorporar nuevos proyectos como el educativo a la vida cotidiana. Desde el punto de vista de la gestión, el balance es absolutamente positivo. Creo que está cimentado también en un hecho que no es el ideal: que no haya una oposición. Nos ha pasado en 2017 y ahora también. Implícitamente, la no realización de elecciones viene con una aprobación de la gestión por parte de los socios y eso hace que estemos tranquilos y seguros de que es el rumbo que los hinchas quieren para el club.

- DA: ¿Cuáles han sido los puntos más flacos?

- MG: Es indudable, sobre todo el año pasado, que la marcha futbolística no ha sido ideal. Lo atribuimos fundamentalmente a nuestra decisión política de terminar el estadio y aplicar recursos que habitualmente se aplicaban para el fútbol profesional a la terminación de la cancha. Este proceso estamos revertirlo desde la gestión e invirtiendo fuertemente en la estructura del plantel profesional.

- DA: ¿Cuáles serán las principales medidas a encarar en esta nueva etapa?

- MG: Estamos en negociaciones con grupos privados para tratar de culminar los codos y el techo del estadio. Así lo planteamos en la Asamblea del 2015, cuando nos abrimos a fondos externos en el fútbol para poder darle impulso a la obra. Eran tiempos difíciles, porque no teníamos dinero genuino propio para la culminación. En ese momento, dijimos que para culminar el estadio, necesariamente tenían que venir inversores privados y había que poner la tierra en concesión durante una determinada cantidad de años. Estamos en tratativas, obviamente no ayuda la situación de la pandemia y del país. Uno de los pilares sobre los que se va a basar la nueva gestión es potenciar todo lo deportivo, así que los recursos del club van a volver a estar dirigidos a ello.

- DA: ¿Cómo ha sido gestionar el club en pandemia?

- MG: Es una situación frustrante. No era la experiencia que proyectábamos para nuestros hinchas, para nuestros socios y para nosotros mismos. Imaginábamos un estadio completo, lleno todos los partidos. Saboreamos un poquito el dulce y después se nos bajó la persiana. Les pasó a todos, pero habiendo inaugurado el estadio tan poco tiempo antes, nos dejó un sabor muy amargo. Independientemente de esto, contamos con el acompañamiento y la comprensión del socio. Desde el punto de vista del club, al principio de la pandemia tuvimos una incertidumbre muy grande, sobre todo por la capacidad que íbamos a tener para cumplir nuestros compromisos. Sin ir más lejos, en pandemia, hemos pagado dos cuotas de la amortización del préstamo de Banco Itaú, que se paga en junio y diciembre de cada año. En ese momento, era pura incertidumbre. Luego, en buena medida porque el socio nos siguió acompañando y no hemos sufrido bajas de asociados, el club planteó un aumento voluntario de cuota. Incluso se creó una categoría de socio protector para que cada socio en vez de una, pagara dos cuotas por mes. Tuvimos cerca de mil socios protectores nuevos. Eso sumado al apoyo del Gobierno, no solo para nosotros sino para la sociedad en general, con el ATP. Estudiantes es un club muy grande, tiene cerca de 800 empleados. Lo hemos podido sobrellevar de una manera bastante mejor de la que creíamos cuando arrancó esto.

- DA: ¿Cuánto influye la situación previa?

- MG: Esto pudo hacerse por haber tenido antes un club saneado. El socio te acompaña si entiende que hay una comisión directiva con la que se identifica, si tienen la sensación de que la dirigencia está haciendo lo que creen que es correcto para el club. Estamos planteando otro aumento voluntario de cuota a partir de mayo y tenemos expectativas de que el socio va a seguir acompañando, porque entiende que el club hace un esfuerzo enorme para sostener el nivel de excelencia que logramos. Sentir ese acompañamiento para nosotros es prioritario.

- DA: Más allá de ese acompañamiento, ¿el fútbol resistiría un nuevo parate?

- MG: Creo que sería muy difícil. En su momento, sosteníamos con convencimiento que el fútbol debía retomar, fundamentalmente porque en ese tiempo de incertidumbre, era importante lograr una distracción, no estar enganchados en los números de casos y muertos. Sobre todo con el fútbol de Primera, porque en las otras era más complicado. En Primera, se puede plantear cierta burbuja y con una atmósfera controlada, poder seguir compitiendo. Eso era lo que decíamos en aquel momento y creo que teníamos razón. La realidad nos terminó dando la razón. Independientemente de eso, es imposible saber lo que va a pasar en el futuro, veremos cómo se va dando. Entiendo que sería muy nocivo para los clubes volver a parar el fútbol, de eso no tengo ninguna duda.

- DA: La figura de Juan Sebastián Verón es muy fuerte y, culminado su mandato presidencial, le va a tocar ser vice ... ¿cómo lo ve en ese lugar?

- MG: Tan bien como hasta ahora. Nuestra compenetración es total, absoluta. Somos un equipo de trabajo. Hay mucha gente detrás nuestro que empuja el carro y empuja bien. Es impensado haber podido terminar el estadio en tan poco tiempo. Nos ocupamos en ese grupo de trabajo y las decisiones las tomamos de manera conjunta. Tanto ahora que voy a ser presidente como cuando era presidente Sebastián. Obviamente Estudiantes no escapa a las reglas de cualquier otro club: es presidencialista y lo va a seguir siendo. Pero todas las cuestiones se generan de abajo hacia arriba, los procesos de decisiones políticos y definición de rumbo son colegiados. Estamos muy entusiasmados con la gente que se va a sumar a la comisión directiva y va a tener roles específicos para seguir apuntalando una gestión que vemos exitosa.

- DA: La oposición no conformó ni presentó lista. Plantean diferencias con la conducción oficial en cuanto a formas, pero coinciden respecto a objetivos. ¿La idea es convocarlos a participar?

- MG: Lo sostenemos en la palabra y en los hechos: Estudiantes es un club abierto a cualquier socio con inquietudes. Tenemos pruebas sobradas de ello. La realidad es que la oposición manifiesta tener diferencias en las formas en los medios, pero a nosotros no nos han planteado absolutamente nada. No nos han planteado su disconformismo o su visión diferente respecto a proyectos. Lo relevante es eso, discutir proyectos. Nos hubiera encantado que se presente una lista opositora y que discutamos visiones de club diferentes para llegar a una conclusión superadora. No ha sido esa la actitud que han tomado en el último tiempo: en cierto sentido, se juntaron de forma oportunista ante la falta de resultados deportivos, pero no expresando concretamente la diferente visión con respecto a otro proyecto. Es la realidad. Hay una frase vieja que dice que en Estudiantes todo se discute. Oposición formal no hemos tenido nunca, hay gente llamada opositora que se manifiesta a través de los medios, pero no viene a discutir  la vida del club. Hemos dado sobradas muestras de amplitud y de apertura del debate, porque sentimos que enriquece. Somos personas de diálogos, de consenso. Y no es lo que hemos encontrado del otro lado.

- DA: ¿Por qué piensa que los resultados no se han dado de forma sostenido en el último tiempo?

- MG: Yo separaría en etapas el fútbol en nuestra gestión. En 2018, jugamos octavos de final de Copa Libertadores con Gremio y estuvimos ahí nomás de pasar a cuartos contra el vigente campeón. Estudiantes estuvo a la altura de las circunstancias, sabiendo que no se puede salir campeón todos los años. Sin ir más lejos, fuimos campeones en 2006, pero el torneo anterior fue 24 años atrás. Hay que poner las cosas en perspectiva, entendemos que el fútbol es inmediatez, resultados y una vorágine de la que somos parte. Pero como dirigentes tenemos la necesidad de ver integralmente todo. En los primeros cuatro años de nuestra etapa, hubo relativo suceso, estuvimos bien. Después es imposible escindir del análisis la cuestión del estadio, porque pusimos alrededor de u$s 30 millones. Entiendo que existe cierta lógica entre lo que uno invierte y los resultados, por más que en un momento no prolongado te puede pasar cualquier cosa. No podemos escindir la realidad futbolística de lo que fue una inversión monumental en el estadio, que creo es la obra más importante que ha hecho un club con fondos propios en la historia. ¿Santiago del Estero? El estadio lo hizo la Provincia. ¿El Único de La Plata? La Provincia de Buenos Aires. No hay antecedentes de algo como lo que hemos hecho nosotros. Necesariamente, sabíamos que íbamos a resentir el resultado deportivo. Ninguna decisión está exenta de costos.

- DA: ¿Qué valoración se hace del trabajo de Ricardo Zielinski en el poco tiempo que lleva?

- MG: Solamente cosas positivas. Nos gusta cómo trabaja, tiene un gran cuerpo técnico, es una persona que tiene muchos años de fútbol y mucho fútbol en su espalda. Se lo nota con muchísima experiencia. Creímos en su momento cuando lo fuimos a buscar como creímos en todos los técnicos que trajimos previamente. Entendemos que está haciendo un muy buen trabajo y que es el entrenador ideal para el momento que estamos atravesando.

FÚTBOL ARGENTINO
 

- DA: Verón, en su etapa como presidente, no estuvo tan cerca de AFA/La Liga o de otros dirigentes, que sienten que marcó distancia. ¿La idea es reforzar esas relaciones?

- MG: No estoy tan de acuerdo con que las cuestiones estuvieron en un segundo plano o que fueron delegadas. Pascual Caiella es nuestro representante en AFA, lo va a seguir siendo y creemos que ha hecho un gran trabajo. La realidad es que no nos sentimos alejados de AFA y de la Liga, Caiella es miembro del Comité Ejecutivo de AFA y está en la Mesa de la Liga. Somos convocados y consultados para muchas de las cuestiones que el fútbol argentino resuelve. Por supuesto que la AFA es nuestra entidad madre y nosotros debemos fortalecer siempre los vínculos con ella. Y vamos a seguir en ese sentido. Más allá de cuestiones puntuales y hechos específicos que se hayan podido interpretar de cierta manera, Estudiantes ha sido un club cercano a las decisiones, a la vida institucional y cotidiana de AFA y de la Liga. Pretendemos seguir en ese camino de respeto y de construcción, así va a seguir siendo en el tiempo que viene.

- DA: El contexto económico provoca que los jugadores quieran emigrar y eso dificulta tener equipos competitivos. Además, la devaluación provoca que más mercados pongan el ojo en el fútbol argentino para llevarse jugadores. ¿Cuál es el equilibrio entre tener un equipo competitivo y vender para acomodar cuentas?

- MG: Depende de cada club. En el caso nuestro, al ser una institución financieramente equilibrada, nos permite no mal vender jugadores o proyectos de divisiones inferiores porque la necesidad sea acuciante. Así ha sido en el caso de nuestras últimas ventas: transferimos a mercados por cifras importantes. El criterio general nuestro es que si la oferta tiene la suficiente magnitud, tomamos la decisión de concretar operaciones. En el mientras tanto, tratamos de mantener una línea que tenga que ver con potenciar a nuestro plantel profesional y crear un contexto para su desarrollo. Es muy difícil, es un equilibrio muy delgado y depende de cada club en particular. El criterio que aplicamos es ese cuando tenemos que analizar una oferta o tomar decisiones respecto a la calidad del plantel al vender un jugador.

- DA: Hay una disputa latente entre los denominados 5 grandes y el resto con respecto a la distribución del dinero. ¿Cómo ve el reparto? ¿Debería haber cambios para que sea más igualitario?

- MG: Estoy conceptualmente de acuerdo con que una parte se reparta en partes iguales y otra por mérito deportivo. Me parece que es lo más justo para todos, independientemente de esa línea que se sigue dibujando entre los grandes, medianos y chicos. Me parece que lo más interesante es que todos tengamos cierta base de ingresos y que luego disputemos en la cancha los diferenciales. Digo que podría estar mejor la distribución, pero en líneas generales tiene que ver con esto que estoy diciendo. Hay un componente que es el rating, que es arbitrario y difícil de utilizar para llegar a una concepción justa vinculado a ese porcentaje. Pero en general estoy de acuerdo con que exista un piso garantizado y que luego disputemos en una cancha el mérito deportivo y la diferencia de ingresos.