(De la redacción de DOBLE AMARILLA) Así está el fútbol argentino. Y las razones son exógenas a la dirigencia. Hasta los años 70 u 80, jugar con Boca significaba salvar el año, o al menos varios meses de presupuesto. Los dirigentes de esa época esperaban con ansias ese partido o el de River que le daban a las arcas de los clubes no grandes la posibilidad de prosperar o de pagar las deudas. Luego cambió todo, vino la televisación como principal ingreso y la industria del fútbol fue dando un giro vertiginoso en materia de salarios , ingresos y gastos. Pero nadie jamás imaginó que jugar frente a Boca casi saliendo campeón le iba a reflejar una pérdida de un millón y medio de pesos solo por salir a la cancha. 

En diálogo con el programa ‘La Revolución del Fútbol’ de 221 Radio, Pellegrino se refirió a la situación económica del club y las pérdidas que generará el partido del próximo domingo ante Boca. “Vamos a perder arriba de $1 millón. Cada partido de local nos cuesta $700 mil”, detalló. En el medio, Juan Manuel Lugones, titular de APREVIDE, quien se opuso a jugar con visitantes en el Estadio Unico y que ahora, sin que nada cambie, admite que puede habilitar que se dispute el encuentro con las dos hinchadas y mejorar la recaudación. Nada cambió en cuanto a la seguridad, sólo que abrir nuevamente el estadio del Bosque le haría perder a Gimnasia unos $2 millones. 

A solo días del aumento del 108% de la policia de la provincia de Bs As y sumada a la lluvia, el club que conduce Gabriel Pellegrino, concursado solo hace meses, tiene esta triste realidad , en el fútbol de Messi y en el cual los grandes atesoran fortunas. Todo cambió, pero no para la salud de todos....