El líder de la oposición en "Por un Huracán Mejor"David Garzón, habló en exclusiva con Doble Amarilla en vísperas de las elecciones que se realizarán el domingo para el recambio de autoridades.

El dirigente cuestionó la conducción de Alejandro Nadur y manifestó que "no respeta a la Comisión Directiva y no rinde cuentas de nada". "La mala administración llevó a que el club no se pueda equilibrar nunca", agregó.

Sobre las propuestas, habló de la creación de una Secretaría Técnica, que sería presidida por el ex jugador de "los ángeles de Cappa"Mario Bolatti. Además, propone el fortalecimiento educativo y la creación de una escuela con jardín de infantes.

La entrevista completa:

Doble Amarilla: ¿Cómo evalúa la actual gestión de Huracán?

David Garzón: Me parece que Nadur tuvo un buen primer mandato. El club levantó y tuvo una inyección económica, pero no se administró bien y esa mala administración llevó a que el club no se pueda equilibrar nunca. Huracán fue siempre de banquina a banquina. Nunca tuvo un proyecto. Creo que se vendió muy bien y tuvo la posibilidad de ese despegue como la tuvieron otros clubes, pero esa mala administración no permitió que hoy esos ingresos se vean reflejados en infraestructura, en lo deportivo y en todo el club. Ese dinero se fue en el día a día y hoy pasamos un mal momento económico, financiero y deportivo.

DA: ¿Qué rescata y qué cree que hay que cambiar?

DG: Hay que reestructurar el fútbol de inferiores. Huracán vendió tres jugadores en diez años. Es muy difícil ser sustentable funcionando así cuando vemos otros clubes que venden dos o tres por año. Hay que darles apoyo a las disciplinas del club, repasar el tema infraestructura y el primer equipo. Hace rato que no somos protagonistas, los libros de pases de Huracán no son buenos. Tenemos que salir a pelear el campeonato en lo más alto y respetar la grandeza que siempre tuvimos. Hay áreas del club que trabajan bien y si ganamos nosotros posiblemente continúen. No queremos entrar y sacar a todo el mundo, lo que funciona genial, y lo que no, se cambia.

DA: Se habla de un personalismo muy fuerte de Nadur, ¿qué evaluación hace usted?

DG: Es real. El problema es el destrato y la manera de manejarse. Él no consulta nada ni a nadie. No respeta a las instituciones porque no respeta a la Comisión Directiva, al Tribunal de Honor y no rinde cuentas de nada. Hace y deshace a su manera. Un presidente de un club tiene que ser el líder, pero una Comisión Directiva es la que toma las decisiones. En Huracán, eso hace rato que no se respeta. Hay muchos jugadores que no quieren venir, que se quieren ir o que se van mal. El camino es recuperar a toda esa gente y el sentido de pertenencia que nuestro club algún día supo tener.

DA: Usted fue parte del oficialismo de Huracán, ¿por qué se fue?

DG: No concibo esta forma de conducir un club y no la iba a avalar. Nadur no le da participación a nadie.

DA: ¿Desde lo social, cuál es el análisis que hacen?

DG: Huracán está anclado en un barrio muy lindo y ha perdido esa fuerza, porque Parque Patricios creció muchísimo y el club ha perdido lo que nos cuenta la gente más grande que antes tenía. La sede quedó obsoleta y con poco funcionamiento. No tiene ni un buffet. Hay que volver a recomponer todo eso, a que la familia se vuelva a acercar a comer y, en lo social, creo que tenemos que reestructurar todo el club.

DA: ¿Cómo evalúan además las diferencias que hay dentro de la misma Comisión Directiva?

DG: Eso es porque no se la respeta, no se la informa de nada, ni siquiera del balance o del presupuesto del club. Solo se les pregunta por la contratación de jugadores, porque tampoco se informa cuánta plata debe el club, cuánto le debe al presidente, ni cuánto saca y pone. Por todo esto. La Comisión está dividida. A tal punto que hoy la oposición es mayoría.

DA: ¿Y no podría haber hecho algo más la oposición?

DG: Con un presidente como Nadur es muy difícil hacer. Es muy difícil ser oposición de una persona que se maneja como se maneja este presidente.

DA: ¿Qué visión tiene del fútbol argentino?

DG: Creo que está en un momento de transición porque está pasando esto de que en el exterior se paga mucho más que acá y los buenos jugadores se van rápido, pero a la vez vuelven muchos desde allá. Es un momento de mucha juventud y de mucha experiencia. Hay jugadores con mucho recorrido y algunos de 17 o 18 años y eso hay que capitalizarlo, pero la economía influye mucho en el país. Considero que es muy competitivo y me encanta verlo. Lo miro por sobre la Champions porque me encanta la pasión con la que se vive y a mí, personalmente, me gusta el buen fútbol. Me gusta ver a los laterales adelantados, a los que atacan la jugada con los centrales, que llegan al área con seis o siete personas y que proponen todo el tiempo.

DA: ¿Y la actualidad de Huracán dentro de la estructura del fútbol argentino?

DG: Ha perdido mucho respeto. Creo que hay que recomponer esas relaciones con la AFA y la Liga. Es muy difícil sostenerse si estás peleado con todo el mundo.

DA: ¿De qué se trata el proyecto de ustedes?

DG: Lo encabezamos con Abel Posse y Gustavo Mendelovich, pero hay cinco agrupaciones detrás apoyando y mucha gente para trabajar. La idea es hacer una reestructuración muy grande en el club porque Huracán no pasa un buen momento y tenemos que buscar la forma de asociar a la gente porque el club se hace sustentable con los socios. Nosotros vamos a construir una escuela con jardín, primaria y secundaria y creo que eso nos va a dar mucho como se lo dio a Lanús, Vélez, Estudiantes. Eso, desde lo social y la pertenencia, es importante. Queremos trabajar mucho en los deportes, las actividades, la infraestructura y el proyecto principal es la Primera División, darle al club el equipo que merece por su historia y ser protagonistas. El proyecto incluye a un secretario técnico, que es más global que un manager porque se ocupa de las inferiores también y no sólo de la Primera y será Mario Bolatti. Nos parece serio, tiene mucha calidad como persona, sentido de pertenencia y trayectoria y creo que lo fundamental es que la idea futbolística de él es la misma que tenemos nosotros, el mismo paladar que tiene el hincha de Huracán, que es el del buen fútbol.