(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Casi como una metáfora, el sol salió con fuerza en el domingo eleccionario en River, después de los nubarrones aportados por la suspensión impuesta por el Juez Federal Claudio Bonadío.

Un número cercano a 20 mil personas se acercaron a cumplir con su deber cívico en el estadio de River. Entre ellos, mucha familia y, muchos socios vitalicios, con bastón, con lentitud para caminar e incluso varios con silla de rueda. Justo los vitalicios, cuyo padrón quedó en el ojo de la tormenta luego de la denuncia anónima que el fiscal Guillermo Marijuán convirtió en definitiva.

Además, el lugar 'especial' en el que se alojaron las mesas para recibir a los socios objetados y dónde se instalaron la gente del RENAPER, de la IGJ y de la Junta Electoral, presidida por el vice primero electo, Jorge Brito, funcionó sin problemas y debió atender distintas consultas, entre ellas la del Ministro del Interior, Rogelio Frigerio

En total calma, armonía y tranquilidad se desarrolló la elección. Los único tumultos fueron en torno a las figuras de Norberto Alonso, Antonio Alzamendi y, también, del presidente reelecto, Rodolfo D'onofrio, quién no paró de fotografiarse con socios del 'Millo'. 

River vivió su acto eleccionario, récord en números de votantes, en paz y tranquilidad, alejado de la figura preocupante que se cernió sobre el estadio Monumental luego de la postergación de los comicios por irregularidades. En masa, el socio respaldó a la actual conducción, y todo ocurrió sin un acto que lamentar.

El desafío será mayúsculo, gobernar con tanto apoyo es, sin duda, un espaldarazo, pero también achica el márgen de excusas. La vara quedó muy alta, el socio de River dio cuenta de ella con su voto masivo, habrá que ver si en los cuatro años que viene, D'onofrio puede mejorar su gestión.

Foto: Alejandra Colmenares Prieto / La Máquina Radio