(De la redacción de DOBLE AMARILLA) El detrás de escena de los festejos suele dar mucha tela para cortar. Los dirigentes, se quitan el saco, se descantonan y en la intimidad son un hincha más, inclusive hasta hubo casos que se transformaron en verdaderos barras.

Los festejos en Mendoza mostraron en el vestuario de River cargadas de los jugadores a Carlos Tévez, ironías contra Boca y hasta cánticos contra el presidente de la AFA, Claudio “Chiqui" Tapia. Pero lo curioso es que algunos dirigentes se mostraron exultantes hasta el límite inclusive a la vista de las cámaras.

Uno de ellos fue Adrián Varela, vocal de River y presidente de Relaciones Públicas del club. Cuando el estadio se vaciaba, los jugadores decidieron volver al verde césped a seguir los festejos. En esa caravana iba Varela (en el video el hombre calvo y de saco oscuro) a los saltos y gritos, despojado de todo protocolo y al cántico de “sólo le pido a Dios, que se mueran todos los bosteros, que se mueran para siempre para toda la alegría de la gente”.

Lo curioso de Varela, quien además es Director Gral. de Colectividades de la Subsecretaria DDHH del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, es que el día anterior fue uno de los encargados de organizar la cena de camaradería entre River y Boca donde se intentó enviar un mensaje de paz y serenidad. Los cánticos de Varela quedaron distante del gesto adusto y europeizado de D’Onofrio que jamás rompió el protocolo en público inclusive evitando festejar los goles de River por respeto a Daniel Angelici, quien estaba sentado a un metro suyo. ¿Le gustarán a Rodolfo estos ingenuos exabruptos?