(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Sin dudas la Superfinal de América que protagonizaron River y Boca el pasado domingo en Madrid dejó secuelas de un lado y alegría y euforia del otro. Sin embargo, el estrés que generó la finalísima en los días previos afectó por igual a ambos planteles, que ya piensan en sus próximos objetivos.

River, por su lado, ya está metido de lleno en lo que será su participación en el Mundial de Clubes en el cual aspira a levantar un nuevo título internacional. En la otra vereda, el Xeneize trata de reinventarse y encontrar un nuevo proyecto ante la inminente salida de Guillermo Barros Schelotto.

No obstante, ambas instituciones deberán lidiar y resolver un problema que a priori se presenta como un dolor de cabeza: el Torneo de Verano. Desde 1982 hay al menos un superclásico de verano. 36 años de manera consecutiva que podrían cortarse en 2019 porque hasta ahora no hay nada confirmado, aunque todavía hay negociaciones abiertas para tratar de jugar en Mar del Plata o en Uruguay.

Según pudo saber "Doble Amarilla", ni Boca ni River quieren afrontar este compromiso. ¿El motivo? El calendario. La agenda de ambos esta vez es muy apretada por dos motivos: River volverá a entrenarse más tarde que el resto de los equipos porque todavía tiene por delante el Mundial de Clubes y la Superliga comenzará el último fin de semana de enero. Por eso hay pocas fechas para jugarlo. Podría ser el sábado 19 o el domingo 20. Incluso en la semana previa.

Además hay otro problema: la Superliga tiene en los planes que Boca y River adelanten los partidos postergados antes de la reanudación del torneo. Si se confirma esto se achicarían las fechas para un posible superclásico.

Pero, como si esto fuera poco, tanto la empresa organizadora de la competición (Torneos), como el canal que compró los partidos para transmitirlos (Fox) están muy enojados con la posición de Boca y River. Tal es así, que ambas compañías iniciaron acciones legales contra los clubes.

En caso de que Millonarios y Xeneizes decidan no enfrentarse, la totalidad de la temporada de verano correría riesgo de suspenderse ya que para Fox no sería rentable transmitir el resto de los partidos sin que el Superclásico entre en el pack.

Teniendo en cuenta este panorama, pareciera bastante complicado volver a ver una nueva edición del Superclásico en enero. Los amistosos de verano se juegan desde 1982 sin interrupción. Ni siquiera se interrumpió en 2012 cuando River estaba en la B Nacional.