(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, volvió a insistir esta mañana en la necesidad de aprobar la "Ley Anti-Barras" que el Gobierno Nacional está intentando sancionar desde fines del año pasado y que se convirtió en "objeto de negociación" para la oposición dentro del Congreso Nacional.

Según pudo reconstruir "Doble Amarilla", la oposición sabe que esta no es una ley a la que haya que oponerse, pero también conocen la importancia que le da el gobierno y por eso quieren usarla para negociar. ¿Los objetos posibles de intercambio? La vuelta atrás de los DNU de "Extinción de Dominio" y el de la creación de la Agencia Nacional de Deportes, que aún no ingresó al recinto.

Bullrich, por su parte, juega su partido y mete presión mediática: "Nosotros hemos avanzado mucho en no permitir a los barras entrar a la cancha, pero muchos siguen manejando los negocios de afuera. Lo que necesitamos ahora es ir sobre el dinero (...) Tenemos que pegarle al corazón de los negocios ilegales que hacen las barras", deslizó en declaraciones a "Radio Mitre".

En ese sentido, Bullrich insistió en la importancia que se vote afirmativamente el proyecto de Ley durante la próxima sesión extraordinaria del Congreso Nacional. Actualmente, la ley ya pasó por la Cámara de Diputados en diciembre y fue aprobada en general, pero luego quedó trabada en el tratamiento en particular de sus artículos, lo cual impidió que saliera antes de las fiestas. 

"Vamos con todo contra las barras, necesitamos que el Congreso vote esta ley. No ha habido extraordinarias, ya tiene un voto general en la Cámara de Diputados y queremos que en la primera sesión se pueda votar (...) Depende de que nuestros diputados y senadores hagan una bandera de esta ley", manifestó Bullrich, dejando claro que esta ley es un Buque de Guerra del Gobierno.

El artículo que se cuestiona es el que marca que todo aquel que ostente un cargo público estará impedido de ocupar puestos en la directiva de los clubes. Sobre eso, la Ministra recordó la "ley de ética pública" y remarcó que, según la misma, "es incompatible que uno regule aquello que controla".

Bullrich ejemplificó: "Si nosotros regulamos la seguridad del fútbol no podemos ser parte (...) Acá lo que tenemos que pensar es que tenemos un problema de hace muchos años y lo tenemos que desarmar y si para desarmarlo necesitamos que una cantidad de funcionarios no sea parte de la directiva del club que no lo sea".

Mauricio Macri es el principal interesado en sancionar esta ley. "El presidente (Macri) me llama una vez a la semana y me dice: Patricia, ¿Qué pasa con la ley de barras? Él quiere que la ley salga", concluyó.