(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Desde mediados del año 2016, la buena relación entre el Municipio de Lomas de Zamora y Temperley (uno de los tres clubes distritales que compiten en el ámbito de la AFA) quedó de manifiesto. 

La visita del intendente Martín Insaurralde a las instalaciones del club, acompañado por su Jefe de Gabinete y mano derecha, Guillermo Viñuales, no hizo más que sellar con ese gesto la ayuda y colaboración del Municipio para con el club para diferentes obras. Una de ellas, era la del Jardín de Infantes. 

Los otros dos clubes del partido (Banfield y Los Andes) ya cuentan con su colegio propio, y Temperley no podía ser menos. Los de Lomas, con mucha trayectoria en el rubro, llevan una ventaja. Mientras tanto, el club albiverde lleva algunos años con su colegio, iniciado por el ex presidente Carlos Portell con la ayuda del mismo Martín Insaurralde. De ahí, la necesidad de no seguir perdiendo terreno de los celestes. Por eso el pedido de ayuda y el guiño estatal de la mano del Intendente. Lo cierto es que los meses fueron pasando, y el dinero llegó a las arcas del club: $ 1.000.000, que debía ser destinado obligatoriamente a la construcción del Jardín de Infantes. 

Desde el cierre de 2016 se empezó a construir el edificio en un sector del club, y los trabajos ya culminaron. Para dar la información, anunciada con bombos y platillos, en Temperley no tuvieron mejor idea que hacerlo mediante una nota en el Diario Clarín, en su edición Zonal, un medio con bastante apego a Insaurralde. Y en la extensa nota, además de resaltar las características del edificio (el ingreso, por ejemplo, será mediante un estacionamiento) y que quedan pocas vacantes, desde el club pusieron especial énfasis en aclarar que el trabajo se realizó con “el dinero que se juntó gracias a los socios que organizaron bonos contribución, y también gracias a las donaciones de ex jugadores e integrantes del plantel profesional”. La nota, aclara que se “recibieron donaciones en dólares, ya que era la única manera de asegurar su reposición en caso de que no se llegara a cumplir con el objetivo”. 

En ningún lado se mencionó a la Municipalidad, que entregó el subsidio (algo que también hizo con Banfield, club que recibió un subsidio para impulsar obras en su establecimiento educativo). La omisión en el relato cayó muy mal en el seno de la mesa chica de Martín Insaurralde, donde tomarían la situación como un desplante luego de haber entregado la ayuda. El foco del enojo se posa sobre el ex presidente (pero con intensa injerencia en el día a día) Hernán Lewin, un hombre fuertemente identificado con el gobierno provincial, y el actual mandamás del club, Alberto Lecchi, quien en algunos puntos (como este) no puede tomar decisiones con mucha libertad, habida cuenta del peso e importancia con los que cuenta Lewin, quien sería el principal impulsor de la línea que se bajó: “acá la Municipalidad no existe”, se oyó decir en los pasillos del club de la Avenida. En el Municipio aseguran haber recibido el mensaje, y prometen en poco tiempo dejar en claro su postura tras semejante desplante. “Vinieron sedientos y ahora porque están bien, miran para otro lado”, dijo un alto funcionario de Insaurralde. Así las cosas, desde Temperley, ¿Intentarán remediar el error?