Como era de esperar, en un contexto económico complejo para el fútbol argentino, los clubes empezaron a mirar nuevamente a una de sus fuentes centrales de ingresos: el contrato de TV explotado por ESPN (Disney) y TNT Sports.

La semana pasada, Cristian Malaspina, vicepresidente de la Liga, fue quien hizo público en Twitter algo que viene debatiéndose en las últimas reuniones de Comité Ejecutivo de la LPF, al pedir una actualización del monto que las televisoras pagan a los equipos de la Primera.

La tensión entre la TV y los clubes es ya un clásico. Ocurre año tras año, pero principalmente cuando hay movimientos en el tipo de cambio libre. A esta altura hay que decir que el contrato firmado allá por 2017 fue quizás mal negociado o no satisface las expectativas de casi la totalidad de los dirigentes. El principal escollo (que parece insalvable) es que es un vínculo comercial rubricado en pesos con actualizaciones atadas al IPC (inflación) o a la evolución del abono del cable, hoy topeado por el Gobierno. Esa actualización hace que el actual contrato quede lejísimos de otros años o del contrato del Fútbol para Todos, cuando entre todos los clubes percibían unos u$s185 millones anuales. Hoy, medido en moneda estadounidense, los ingresos son de unos u$s 45 millones (al tipo de cambio libre).

El problema que esto genera es sencillo y tangible para cualquier hincha. Los clubes no pueden arriesgarse a pagar salarios a jugadores en dólar billete (o su equivalente al dólar blue) al cobrar de las televisoras en pesos. Siendo los derechos de TV el ingreso más importante para la gran mayoría de los clubes, esto provoca un éxodo masivo de talentos hacia otros mercados más potentes desde lo económico, inclusive de países vecinos. Esto lo padecen tanto los clubes grandes, como los medianos y chicos. 

Desde las televisoras aseguran que ellos cobran abonos en pesos y que, por ese motivo, le es inviable actualizar al valor dólar. Además, les recuerdan  los clubes que durante la cuarentena más estricta se pagó religiosamente la cuota pese a que no había partidos. 

Ante este contexto es que los clubes de la Liga acordaron en los últimos encuentros invitar a una reunión a las televisoras para empezar a hablar de, no solo la posibilidad de actualizar el contrato, sino de explorar nuevas fuentes de ingresos y de poner en claro cuáles son la cantidad de abonados al pack fútbol. Cada vez que esto sucede empieza la tensión.

Sin embargo, en las últimas horas esta iniciativa encontró un opositor: Rodolfo D’Onofrio. El presidente de River se opuso a hacer una reunión con las televisoras y pidió postergar ese encuentro para más adelante. Lo curioso es que, si bien ese dinero que proviene de la TV no es la principal fuente de ingreso para los millonarios, la tesorería de River no muestra hoy números que le permitan prescindir de esa discusión. Más curioso aún es que durante las reuniones, los representantes de River avalaron los análisis y planteos respecto al contrato de TV.

La postura de D’Onofrio generó malestar en casi la totalidad de los clubes de la Liga que volvieron a apuntar a River como “poco solidario”. Además, empezaron a recordar que en los últimos tiempos su defensa hacia Disney fue una constante. D’Onofrio fue casi el único dirigente que se opuso abiertamente a la ruptura del contrato con Fox-ESPN que impulsó Tapia a fines del año pasado para darle la totalidad de la explotación de los derechos de tv a Turner. Su oposición fue porque River no iba a terminar recibiendo lo que esperaba.

La defensa de D’Onofrio no es casual. River tiene con Disney un acuerdo comercial en el que le organiza las pretemporadas de los equipos de Marcelo Gallardo en los resort que la compañía tiene en Orlando.

Este malestar de los clubes con el mandamás de River se da en momentos en los que D’Onofrio había iniciado un operativo de acercamiento a diversos dirigentes. El objetivo de ese revinculamiento tiene que ver con su salida del club a fin de año y su futuro en el fútbol. D’Onofrio no esconde que su objetivo es ser presidente de AFA y para eso necesita recomponer relaciones.