(De la redacción de DOBLE AMARILLA) El lunes por la tarde comenzó el debate que resolverá el homicidio de Joan Villegas (ocurrido el 1 de enero de 2017) y juzgará a los cuatro imputados que tiene la causa. Sin embargo, en un giro inesperado, la Primera Cámara de Crimen de San Rafael decidió que el juicio, por el que está acusado el ex-futbolista de Argentinos Juniors Luciano Cabral, entre otros, se desarrolle a puertas cerradas.

Cabral, mediocampista de 23 años y nacionalizado chileno, al momento del crimen jugaba en Atlético Paranaense y había viajado a Mendoza para pasar las vacaciones y las fiestas de fin de año.

Al día de la fecha, el volante es uno de los principales acusados junto a su padre, José Cabral (42), su primo Axel Olguín (20) y Hugo Brian Santana (18). A los cuatro les imputan del delito de “homicidio agravado por la participación de menores”.

Pasaron dos días desde que se cometió el crimen para que Cabral se entregara a la policía. La víctima era un conocido murguero de General Alvear que tenía problemas con la familia del futbolista. 

Una contundente prueba lo complica: la Policía allanó su casa tras el asesinato que se secuestró un par de zapatillas con manchas de sangre. Tras las pruebas de ADN, se confirmó que esos rastros correspondían a Cabral y a Villegas.

Villegas (27) fue asesinado la madrugada del año nuevo del 2017 en el barrio Los Inmigrantes, de General Alvear. Su cuerpo presentaba varias lesiones por golpes y la fatal fractura de cráneo habría sido provocada por una piedra.