[De la redacción de DOBLE AMARILLA] La ilusión argentina para volver a ser sede de un Mundial de Básquet luego de las experiencias en 1950 y 1990 se habían frustrado con la derrota en la candidatura conjunta con Uruguay para la edición de 2023 en la designación de FIBA en favor de la opción conjunta de Japón, Indonesia y Filipinas.

Sin embargo, en esa misma designación de diciembre pasado, el presidente argentino de la FIBA Horacio Muratore, había anunciado la preferencia para que la propuesta rioplatense sea única candidata para 2027, en una preferencia que debía ratificarse el mes próximo.

Todo parecía encaminado hasta que la Secretaría de la Nación del gobierno argentino anunció ayer a la noche que se baja del proyecto conforme a los cambios del escenario económico del gobierno de Mauricio Macri.

"Conforme al actual contexto macroeconómico de la República Argentina, que llevó a redefinir las prioridades en función de las nuevas metas de reducción del déficit fiscal, y al aumento en los costos presupuestados inicialmente para llevar adelante la candidatura el Mundial 2027 producto de las modificaciones en el escenario cambiario, el Gobierno de la Nación comunicó la decisión de retirar su apoyo económico para la realización de la máxima cita internacional de FIBA", expresa el comunicado.

"Por su parte, la Secretaría Nacional del Deporte de Uruguay manifiesta su comprensión acerca de la situación planteada y acompaña la decisión argentina, entendiendo que la candidatura era un objetivo conjunto que se cimentaba en los lazos históricos y culturales entre ambos países y en una propuesta complementaria en cuanto a recursos económicos, logísticos y operativos", añade.

De esta manera se sienta un precedente peligroso de cara a las futuras candidaturas de sede argentina que tiene Argentina en el horizonte, fundamentalmente la de 2030 que comparte con Uruguay y Paraguay para ser sede del Mundial de fútbol y que entre 13 y 14 de juno en Moscú tendrá fechas decisivas antes del inicio de la próxima Copa del Mundo.