Desde el mismo 29 de marzo del año pasado cuando Claudio Fabián Tapia fue electo presidente de AFA empezó el operativo para recuperar el ‘peso internacional’ que el fútbol argentino resignó con las renuncias de Luis Segura a sus cargos en FIFA y Conmebol.

Fue un camino largo y con varias idas y vueltas en la relación AFA-Conmebol pero que en este 2018 se encaminó con la sintonía fina entre el propio Tapia y Alejandro Domínguez, al punto que en esta reelección la vicepresidencia 2º es el movimiento más saliente de la lista que hoy llevó al paraguayo a su reelección.

Hasta la renuncia de Segura, el fútbol argentino llevaba 28 años ininterrumpidos con un lugar en el ahora Consejo de la FIFA, desde que el mismísimo Julio Grondona había alcanzado ese lugar en 1988 que sostuvo hasta su muerte, en 2014. Con este impulso y este cargo en Conmebol, Tapia formará parte de la mesa chica de decisiones en Sudamérica y tiene intención de acompañar los siete desafíos que se propondrá Domínguez para su segunda etapa al frente de la entidad reina del fútbol continental.

Domínguez entiende tener un equilibrio de poder lógico con Brasil (Fernando Sarney), Uruguay (Wilmar Valdez) y Colombia (Ramón Jesurún) en el Consejo de la FIFA, mientras que Venezuela (Laureano González) y Chile (Arturo Salah) acompañan las otras vicepresidencias.

Argentina recupera un lugar en Sudamérica… pero por lo bajo en los pasillos de Viamonte esgrimen que el segundo paso será ir por un lugar en el Consejo de FIFA, la añeja silla que supo ocupar por décadas Julio Grondona… pero esa disputa se iniciará recién después del Mundial de Rusia.