Lo ocurrido en el Mineirao, el escándalo entre Atlético Mineiro y Boca, va a dejar tela para cortar. No sólo en estos primeros instantes, dónde el foco es el VAR y los incidentes, cuando todo eso se corra quedará de manifiesto el hecho que Boca quedó afuera en 8vos de final y el clima interno empezará a espesarse -aún más-. Hay dirigentes que no ven peso del club en Conmebol y agregan que está peleado con AFA y con la Liga. Por lo bajo, aseguran que Boca hoy no tiene relaciones con ninguno y que esa falta de "feeling" se la cobran al equipo en cuestiones como las que sucedieron ayer en el Mineirao.

La principal crítica es que Ameal no viajó a Brasil a acompañar al plantel, con el antecedente de lo que había sido la ida y que dejó la representación en manos del único directivo que siempre está: el Secretario Ricardo Rosica. Además, Rosica, quien encabezó la delegación desde lo dirigecial, oficia de nexo entre Ameal y el Consejo de Fútbol, que estuvo representado por los exaltados Raúl Cascini y Jorge Bermúdez.

Incluso, al no haber dirigentes, la imagen institucional quedó a cargo de empleados del club, en este caso del Consejo de Fútbol, que lo hicieron de la peor manera. Las imágenes dejaron ver a un Cascini enajenado y a Bermúdez a insulto limpio contra todo lo que hubiese por delante. Incluso, la policía de Brasil señaló al ex volante central como uno de los "instigadores" de la violencia que tuvo lugar en la Zona 1 del Mineirao. 

También, varios recuerdan que en plena campaña, Ameal dijo que si él hubiese sido presidente de Boca durante la Copa Libertadores 2018, todo hubiese sido distinto: "Conmigo, la final de Madrid no se jugaba", destacó en aquel momento el hoy presidente, preso de sus palabras.

Ante los hechos de las últimas horas, varios le reclaman aquellas palabras y piden que actúe en consecuencia. O, al menos, que hubiese viajado a Brasil a acompañar al plantel. La historia tendrá más capítulos y amenaza con agitar aún más el clima interno en Boca.