Cristina Fernández tiró la bomba del sábado a la mañana y movió todas las redacciones. Garantizándose tapas del domingo anunció que le pidió a Alberto Fernández que sea candidato a presidente en una fórmula que ella misma integrará como candidata a vice. El anuncio desflora al peronismo y encamina la estrategia de polarización del Gobierno de cara a las PASO. Dentro del kirchnerismo fue sorpresa a medias el anuncio. En los últimos meses CFK y Alberto dieron indicios, claro que no muchos creían que iba a haber una fórmula Fernández-Fernández. Ayer Alberto se mostró con Máximo Kirchner en una reunión con una decena de intendentes del conurbano como Juan Pablo de Jesús (La Costa), Gustavo Menéndez (Merlo), Fernando Gray (Esteban Echeverría), Juan Zabaleta (Hurlingham), Gustavo Arrieta (Cañuelas), Ariel Sujarchuk (Escobar), Gabriel Katopodis (San Martín), Gabriel Katopodis (San Martín), Mariano Cascallares (Almirante Brown), Walter Festa (Moreno), Jorge Ferraresi (Avellaneda). 

Alberto Fernández y el fútbol: el enfermo del “bicho” y jefe de campaña del 38-38 que va por la elección de su vida

Pero Alberto Fernández no sólo tuvo sello en la política nacional, también se metió en la rosca de la redonda durante sus días como Jefe de Gabinete de Néstor Kirchner y Cristina Fernández y durante su exilio en el massismo.

Alberto Fernández dejó el primer gobierno de Cristina Fernández en su peor momento político, durante la crisis con el campo allá por 2008 y tras la derrota en el Congreso para imponer las retenciones móviles. Fue el fusible que saltó ante semejante derrota. Pero durante sus años en el Gobierno siempre dejó en claro su amor por Argentinos Juniors. En 2007 encabezó políticamente una movida para beneficiar al Bicho. Vía Diego Kravetz, en ese entonces su espada política en la Legislatura Porteña, hizo aprobar una Ley que le condonaba a Argentinos una deuda millonaria de ABL. Esta movida le permitió a Argentinos escriturar las tierras de su estadio en las calles Boyacá y Juan Agustín García. 

No fue el único beneficio. También se le atribuye a Alberto Fernández haber sido el artífice político de la venta por parte del Gobierno de la Ciudad al club de los terrenos de Bajo Flores bajo un precio irrisorio. La venta fue tan sospechada que la Defensoría del Pueblo porteña pidió a la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires que "verifique la legalidad de la venta de 11 hectáreas delimitada por Castañares, Lafuente, Portela y Riestra".

Alberto Fernández y el fútbol: el enfermo del “bicho” y jefe de campaña del 38-38 que va por la elección de su vida

Fuera del kirchnerismo Alberto alternó política en ambos terrenos. En 2013 se enroló en filas del Frente Renovador. Ese año fue uno de los consejeros principales de Sergio Massa para ser el más votado en la Provincia de Buenos Aires, superando a Martín Insaurralde. Esa victoria le valió un lugar central en la mesa chica del FR, pero fue además su último paso firme en la arena electoral.

Ya para 2015 fue el jefe de campaña en las aspiraciones de Sergio Massa de ser presidente. Tras unas PASO complicadas, amagó con renunciar, pero se quedó y comandó el inicio del naufragio del ex alcalde tigrense en las urnas. La medianoche del 25 de octubre lo clavaba con 21% de los sufragios y lo dejaba fuera del balotaje. Ese día Alberto le apuntó a Macri por la polarización y predijo que el mensaje de Cambiemos iba a terminar por darle el triunfo a Daniel Scioli. No es necesario contar el final de la película.

Reciclado, pero dentro del Frente Renovador, Alberto intentó cumplir un viejo anhelo: hacer pie en la política futbolera. Así volvió a acercarse a Luis Segura, su amigo de más de un cuarto de siglo. Rápido, Fernández ofreció asesoramiento y espadas políticas para la candidatura del farmacéutico a la presidencia de AFA. La moneda de cambio era que el ex Jefe de Gabinete iba a empezar a pisar fuerte en Argentinos Juniors y por qué no, llegar a ser presidente. El espejo de Aníbal Fernández (a quien odia) en Quilmes era un reflejo que encantaba por ese entonces a Alberto.

Así empezó a ponerse, primero en las sombras y luego de manera abierta, al hombro la campaña de Segura, pese a que "Luis Fer" Segura era el jefe de campaña formal. Conciliador, primero intentó una alianza entre ambos candidatos, pero ante la imposibilidad de un acuerdo dio vuelta la hoja. Uno de sus primeros objetivos fue darle en los tobillos a Marcelo Tinelli. Par eso usó sus armas clásicas, entre ellas los medios del Grupo Clarín. Lo virulento de la estrategia lo llevó a que el propio conductor de Showmacth lo acusara de ser “El López Rega” en la carrera por Viamonte. En aquel entonces, la película terminó con un 38-38, Segura a la casa, Alberto corrido del fútbol, Tinelli abandonando y Tapia presidente. Ah, pero como “Todo pasa” este año el conductor y Fernández tuvieron al menos un encuentro secreto durante el mes de marzo como parte del coqueteo político que viene haciendo Tinelli.

En ese 2015, hubo doble caída en el barro futbolero para Fernández. El polémico empate en la Asamblea de AFA, también arruinó las intenciones de Segura de controlar el club. Días más tarde, Cristian Malaspina superaba a Darío Vaccarini y se terminaban años de segurismo en Argentinos Juniors.

A fines de 2016 tensó la relación con Massa. Su visita a Milagros Sala en las vísperas de Año Nuevo fue la gota que había colmado el vaso.  Pero esperó unos meses para pegar el salto. Cuando Florencio Radazzo se convenció que tenía que ser candidato, ahí estaba Alberto para tomar las riendas de la campaña del ex ministro del Interior. El nexo, Clarín. Más precisamente el influyente Pablo Casey, sobrino de Héctor Magnetto, amigo de Randazzo de la Chivilcoy natal de ambos. Dicen que una cena entre “Cachecha” (así le dice a Casey), Florencio y Alberto alcanzó para formalizar el timón de la campaña. Pero otra vez el resultado iba a ser “no positivo”.  Derrota contundente, menos de 6% de los sufragios.

Alberto Fernández se enfrentará ahora a la campaña más importante de su vida. Esta vez tendrá que dejar el timón de estratega y pondrá la cara. La candidatura con CFK deja interrogantes también en el fútbol. Ante un eventual triunfo de la fórmula ¿cómo sería su relación con AFA?, ¿cómo sería su relación con la Superliga?, ¿daría marcha atrás con los cambios en el Decreto 1212 que recientemente hizo Macri y que golpea a los clubes? y lo más inquietante, ¿se respetaría el contrato de Fox y Turner o habría un reviva del Fútbol Para Todos justo en momentos que los clubes se muestran disconformes con los ingresos de la TV? El fútbol también empieza a prestar atención a los candidatos