(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Sigue la incertidumbre respecto a la definición de la fecha en la que se jugará al clásico rosarino por los cuartos de final de la Copa Argentina. Y si bien a la jornada, el horario y la sede del trascendental cotejo la estipulará la organización del torneo federal, hay que decir que a esta altura hay una grieta evidente entre las dirigencias de los clubes rosarinos sobre el día en que debe desarrollarse el encuentro.

Mientras que Copa Argentina ya conoce el fixture de los próximos cuatro partidos de Superliga y con estas fechas en la mano ahora deberá ponerle las coordenadas definitivas al partido entre Rosario Central y Newell's.

Ya con el fixture de la Superliga en mano las opciones de programar el clásico son acotadas. Porque estrictamente desde el calendario hay espacio para jugarlo entre el domingo 14 y el miércoles 17 de octubre. Porque en la semana siguiente Newell's tiene programado el encuentro pendiente con Estudiantes (24/10) y el lunes posterior (29/10) juega ante Argentinos. Y por el lado de Central deberá visitar a Atlético Tucumán el viernes 9/11.

En consecuencia, de no jugarse el clásico la semana que viene, o bien que se corra alguno de los partidos previstos por Superliga, todo indica que el trascendental choque entre los dos equipos más grandes de Rosario hasta podría disputarse a mediados de noviembre (aunque la organización de la Copa Argentina no quiere dado que el próximo mes ya se debería empzar a disputar la siguiente fase de la Copa). Por ello no hay que descartar que se juegue a la brevedad.

Además, paralelamente, una concejala de la ciudad de Santa Fe, Marcela Aeberhard, por el partido peronista, presentó en las últimas horas un proyecto para que no se dispute en la capital de la provincia el clásico rosarino “ante los grandes disturbios que estos encuentros de fútbol conllevan”, como así también “los hechos vandálicos que se cometen en las calles”, según manifiesta en parte el texto del pedido al intendente José Corral, que es radical y está alineado claramente con el gobierno nacional que conduce Mauricio Macri y enfrentado con el actual gobernador de la provincia, Miguel Lifschitz.

Así las cosas, el clásico rosarino entre Rosario Central y Newell's se encuentra más a la deriva que nunca y a la espera de definiciones.