(De la redacción de DOBLE AMARILLA) El avance de la Copa América 2020 con la designación de sedes y dos lugares solos para selecciones que no fueran de Conmebol, sumado al rechazo de la propuesta millonaria de la US Soccer para organizar un torneo conjunto, generó algo de desesperación en Concacaf. Tras la designación de Yon de Luisa como flamante vicepresidente, el mexicano fue el elegido para restablecer las relaciones y los vínculos en pos de armar a contrarreloj una propuesta superadora que se proyecte por tres ediciones: 2020, 2024 y 2028.

En del 34ª Congreso Ordinario de Concacaf realizado en Las Vegas, donde fue reelecto el canadiense Víctor Montagliani hasta 2023, se elaboró una estrategia para no perder el tren y buscar los modos para llegar a un acuerdo con Conmebol para repetir la exitosa fórmula económica y deportiva de la edición Centenario de 2016.

Randolph Harris de Barbados y Yon de Luisa de México se transformaron tras la elección donde participaron las 41 asociaciones miembros, en los escoltas de Montagliani. El mexicano, con mucha ascendencia en la región fue el que tomó la posta de la Copa América y, a contrarreloj busca relevar las exigencias de Conmebol para concretar no sólo una edición conjunta en 2020 sino proyectar tres (junto con las de 2024 y 2028).

La alternancia de sedes entre norte y sur es uno de los innegociables puntos en el acuerdo, el ente organizador a cargo de Conmebol con el nombre de la legendaria competición es otra y los números finales de las ganancias con preponderancia para las arcas de la entidad sudamericana también deben estar contempladas.

Conmebol designó a Colombia y Argentina para co-organizar la próxima edición 2020 ya hasta con propuestas de sedes de ambos países. ¿Podría ser moneda de cambio? En principio no, y se buscaría que dentro de la proyección a tres ediciones, la primera sea en territorio sudamericano y la segunda del 2024 en Norteamérica, que además serviría de difusión y testeo para los escenarios del Mundial 2026, que se realizarán en Estados Unidos, Canadá y México.

Concacaf sondeó a los países africanos y asiáticos para sumar a un torneo de selecciones ante la negativa de Conmebol pero luego se dio cuenta que necesita la tracción económica, histórica, de convocatoria y deportiva de las selecciones sudamericanas.

Un acuerdo que va más allá de la Copa América

Las negociaciones que inició el mexicano De Luisa buscan incluir no sólo la Copa América de selecciones en sus próximas tres ediciones sino también sellar el regreso de los clubes mexicanos y de la MLS a las competencias de clubes de Conmebol: las Copas Libertadores y Sudamericana, cuya última participación fue en 2016.

Este punto no será sencillo pero desde Concacaf harán el intento para que en 2020 los equipos mexicanos fundamentalmente puedan ser incluidos en los torneos más importantes del continente. En Conmebol aguardan el pedido formal para luego evaluar cuestiones de logística y organizativas para poder llevar adelante el regreso de los clubes del norte. 

Si bien hay resistencias tanto televisivas-económicas como deportivas en ambas regiones, el negocio es muy grande y tiene un potencial inmenso.