(De la redacción de DOBLE AMARILLA) "Si yo encubro no puedo dormir y me suicido, por eso en vez de suicidarme elijo denunciar, aunque tenga que ser Cambiemos y le toque al presidente de la República", afirmó Elisa Carrió en un encuentro en Corrientes durante la presentación del libro de Mariana Zuvic.

La diputada, pieza clave de la coalición Cambiemos volvió a poner al entramado judicial en el eje y apuntó directamente a los operadores del Gobierno que, según ella, quieren mantener la impunidad y frenar las cosas de corrupción. Primero arrancó con el ministro de Justicia, Germán Garavano, quien dijo que no era bueno que los ex presidentes vayan presos, cuando en una entrevista le preguntaron sobre la posibilidad de quitarle los fueros a Cristina Kirchner. Las declaraciones enfurecieron a Carrió quien pidió su cabeza y amenazó con promover un juicio político contra Garavano. Pero el jueves, Macri lo ratificó en el cargo. “Me reuní con el Presidente y le puse mi renuncia a disposición, pero se rió y no la aceptó”, contó desafiante el ministro en una entrevista con Jorge Lanata en radio Mitre, crispando aún más a la diputada.

No fue el único motivo de enojo de Lilita con el Ejecutivo. El viernes, Macri autorizó al titular de la AFIP, Leonardo Cuccioli, a remover a los directivos de la AFIP cercanos a Carrió que estaban investigando las coimas que pagó su primo Angelo Calcaterra, en un caso que podría salpicar también a su hermano Gianfranco y su amigo Nicolás "Nicky" Caputo. Se trata de Horacio Castagnola, ahora (director general de la DGI); Ana Bruna a Jaime Mecikovsky (subdirectora general de Operaciones Impositivas) y Carlos Bo (asesor de Castagnola). “Sacar a tres héroes de la AFIP por mi apoyo equivale a aliarse con Echegaray y su gente”, lanzó Carrió tras la decisión.

Ahora le tocó el turno al presidente de Boca, Daniel Angelici. Carrió está convencida que sigue operando en la Justicia y es un garante de la impunidad. "Estamos en una bisagra histórica en la lucha contra la impunidad, que se juega ahora en Cambiemos, tenia que pasar, había doble juego. O se va con Angelici o hacemos el cambio en serio", dijo Carrió.

"Si se va con Angelici es los barrabravas, los contenedores, el arreglo con los jueces, los equipos de fútbol, Moyano, Nosiglia. Y no vamos a estar ahí porque somos millones los argentinos que hemos padecido todas las crisis", lanzó furiosa la diputada.

La pelea con el Tano viene desde hace años y recrudece cada vez que la diputada ve movimientos raros en la Justicia. Es cierto que en los pasillos de Comodoro Py relatan que, lejos de diluirse, el poder de Angelici crece. Carrió tiene como aliado a un archirrival de Angelici en el ámbito judicial: Fabián “Pepín” Rodríguez Simón. Sin embargo, en los últimos días hubo algún cortocircuito con el abogado porque según el periodista Marcelo Bonelli, sería uno de los técnicos que trabaja en un proyecto de ley para “minimizar” el efecto de los cuadernos en la empresas. 

Rodríguez Simón, también quedó en offside cuando la semana pasada el periodista Horacio Verbitsky publicó una foto en la que se lo ve tomando una café en un reconocido bar de Barrio Norte junto a Martín Irurzun, juez de la Sala II de la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal. Esta instantánea operó como confirmación de la columna de Bonelli.

Los que conocen a Lilita saben que la guerra mediática recién comienza. Esta vez el mensaje fue directo al Presidente, aunque en todo momento aclaró que ella no es Chacho Alvarez y que no piensa correrse. Sin embargo, la furia Carrió promete más capitulos con Angelici...en breve.