(De la redacción de DOBLE AMARILLA) Mientras no cesa la bronca uruguaya por la inclusión inconsulta de Paraguay en la organización del Mundial 2030 junto a la Argentina y Paraguay empezaron a surgir diversas voces a nivel sudamericano, en voz baja y alta. Uruguay ya blanquea su bronca con la movida de Macri-Cartés-Domínguez, pero no son los únicos que mastican malestar. Según pudo saber Doble Amarilla de diversas fuentes, en Chile tampoco cayó bien que Paraguay se sume a una candidatura que claramente era encabezada por Argentina y Uruguay para organizar la Copa del Mundo del Centenario. 

Cuando comenzó a gestarse esta idea entre Uruguay y la Argentina, la Federación chilena propuso sumarse como aspirante a también albergar ese mundial en conjunto. Es que la FIFA siempre pide alternativas de países cuando las candidaturas son compartidas. Es por eso que ahora en el país transandinos entienden que la jugada paraguaya “fue muy poco seria”.

El propio Secretario General del Deporte de Uruguay, Fernando Cáceres, admitió a Doble Amarilla que Chile ya había mostrado su interese por sumarse a la organización. "Chile manifestó también de manera informal, pero en los ámbitos de diálogo bilateral que ha sostenido en estos años al menos con nuestro país, que estaba interesado en participar y nos consta que también a nivel de federaciones de fútbol ha realizado algún planteo. En virtud de no haberse formalizado oficialmente, nunca ingresó en la consideración de Argentina y Uruguay, pero reitero, por el momento Argentina y Uruguay son los titulares de la candidatura”, dijo Cáceres a este sitio. 

Respecto a si el ingreso de Paraguay ya está cerrado o si aún tiene chances Chile desde el gobierno uruguayo fueron enfáticos y reiteraron que por el momento al no haber ninguna oficialización resta tiempo para poder evaluarlo. "Nadie descarta la posibilidad de integrar otros países en un futuro, uno o quizás más de uno, pero eso lo dirá el tiempo y el nivel de exigencias y requerimientos que haya que cubrir y cómo podemos responder desde la región. Hasta tanto no se formalicen las solicitudes y se estudien debidamente por parte de las delegaciones de Argentina y Uruguay, no se puede incluir ni descartar ninguna de las propuestas”, sentenció Cáceres.

La inclusión de Paraguay como posible organizador abrió una grieta profunda en CONMEBOL y en los propios gobiernos sudamericanos. Desde las Uruguay y las federaciones de Chile y Argentina hablan, en voz baja, de imparcialidad por parte de Alejandro Domínguez. Si la federación que conduce Arturo Salah Cassani pone el grito en el cielo y pide igualdad de condiciones, podría embarrarle la cancha seriamente los paraguayos ¿Cómo termina la película?, no se sabe, aunque promete mucha rosca.