(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Daniel Angelici recalará en Europa en los próximos días. En la última reunión de Comisión Directiva, que contó con la salida del vicepresidente Rodolfo ''Royco'' Ferrari de su lugar como presidente del Departamento de Interior y Exterior, se habló de la ruta al Viejo Continente que hará el Tano. Pero según pudo saber Doble Amarilla, hay otro lugar del mapamundi en el camino del mandatario de Boca Juniors: Qatar.

Este medio supo que, en medio de su viaje a Londres, el Tano se dirigirá rumbo al Medio Oriente, precisamente al país anfitrión de la próxima edición del Mundial. El objetivo de fondo que tiene el pope del Xeneize es juntarse con los dueños de Qatar Airways para intentar que se transformen en socios capitalistas de la nueva Bombonera.

Doble Amarilla también pudo saber que, en caso de llegar a un acuerdo, existe la posibilidad de que La Bombonera tenga el naming de la compañía asiática, pasando a llamarse Bombonera Qatar Airways. 

Cabe recordar que a fin del año pasado el club tuvo una buena noticia desde la Sala II de Cámara de Apelaciones porteña que revirtió tres fallos contrarios al club y le habilitó a quedarse con los terrenos de Casa Amarilla, donde Angelici planeó construir un nuevo estadio. 

Ahora Boca se enfrenta a una alternativa similar a la de River. Si bien el club xeneize tiene un balance superavitario con números que lucen ordenados, el costo de un estadio nuevo ascendería a unos u$s300 millones. En este contexto, acceder a créditos blandos o a financiamiento de las constructoras únicamente luce imposible. Es por eso que desde la presidencia del club intentan buscar las alternativas financieras que les permitan semejante inversión, una es justamente la del naming.

La iniciativa de Angelici no puede aislarse del momento: se da en el fin de su mandato y en el arranque de una campaña electoral que promete ser cruel. ¿Será por eso que el Tano echa mano a un viejo proyecto para que su candidato, Christian Gribaudo, gane las elecciones? Irrumpir en medio de la campaña con un proyecto concreto para una nueva Bombonera en la misma ubicación que la actual luce, a priori, una promesa proselitista de peso.