(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) El mundo del fútbol está a menos de 10 días de vivir la Superfinal de América definitoria que tendrá como resultado al próximo campeón de Sudamérica entre nada más y nada menos que River y Boca. Evento que ha paralizado el país desde el domingo que se disputó la primera finalísima en la Bombonera.

La ida terminó 2-2. El Xeneize estuvo dos veces en ventaja, pero no supo como aguantar el marcador para ir al Monumental el próximo sábado 24 con una victoria en el bolsillo. Franco Armani le tapó un mano a mano al "Pipa" Benedetto sobre final que pudo haber significado el triunfo de los de Guillermo. De todas formas, todo está por verse y no hay nada sentenciado. La final está más abierta que nunca, aunque los de Gallardo cuentan con dos ventajas: juegan de local y el árbitro es uruguayo.

En el día de ayer la Conmebol determinó que Andrés Cunha sea el encargado de impartir justicia en el choque decisivo entre los dos equipos más importantes de Argentina. Cabe recordar que Cunha dirigió en Porto Alegre, partido que significó la remontada de River en la serie ante Gremio que le permitió a los de Gallardo acceder a una nueva final de Copa.

Pero, ¿por qué sería una ventaja para el conjunto riverplatense contar con un árbitro uruguayo en la finalísima? Los antecedentes son muy claros: River jamás perdió un partido en instancias de final cuando fue dirigido por un colegiado charrúa. Es más, no solo nunca salió derrotado, sino que ganó todos los encuentros.

La primera final del conjunto de Núñez dirigida por un uruguayo fue en 1966, en la séptima edición de la Libertadores organizada por la Confederación Sudamericana de Fútbol. Participaron 17 clubes, entre los que se encontraban Boca, Nacional y Peñarol, el campeón.

El Millonario jugó tres partidos para definir aquella copa. El primero, disputado en el histórico Estadio Centenario de Montevideo, fue 2-0 para Peñarol. La vuelta fue en el Monumental, donde los dirigidos por Renato Cesarini hicieron valer la localía y se impusieron 3-2 con un doblete de Onega. ¿Quién dirigió aquel encuentro? El uruguayo José María Codesal.

Con el formato actual, los uruguayos hubieran dado la vuelta olímpica en Buenos Aires gracias a la diferencia de gol (4 tantos de los uruguayos contra 3 de los riverplatenses), pero en ese entonces se utilizaba un partido de desempate para definir al campeón. Dicho desempate fue 4-2 para en favor del conjunto aurinegro. Los arbitros en esa final, fueron un argentino (Roberto Goicoechea) en Montevideo y un uruguayo en Buenos Aires. En chileno terminó dirigiendo la definición en el Estadio Nacional de Chile. 

La siguiente final llegó diez años después y significó una nueva frustración para River. El formato era muy similar al de 1966, con partido desempate, pero con la diferencia de que los árbitros no eran de la nacionalidad de los equipos finalistas.

Cruzeiro fue el encargado de brindarle el segundo gran golpe a nivel continental al equipo de Angel Labruna. Al igual que en la final anterior, fueron tres partidos: los brasileños ganaron 4-1 la ida, aunque en la vuelta se impuso el equipo Millonario (2-1 en el Monumental) bajo el arbitraje de otro uruguayo: José Luis Martínez Bazán. Finalmente el desempate se dio en Santiago de Chile y fue 3-2 en favor del combinado de Belo Horizonte.

A partir de 1986, y tras dos finales perdidas, comenzaría la racha ganadora de River en las definiciones coperas. La final fue ante el conjunto colombiano América de Cali. La Banda ganó 2-1 la ida con goles de Funes y el Beto Alonso. Y adivinen de qué nacionalidad era el árbitro Juan Daniel Cardellino: uruguayo. Finalmente en el partido de vuelta en el Monumental, los del Bambino Veira superaron por la mínima diferencia a los colombianos y consiguieron su primera Copa Libertadores. 

En 1996, con la conducción del histórico DT Ramón Díaz, el Millonario consiguió su segunda Libertadores. Aquella definición de la copa fue un calco de la anterior. River y América de Cali, la ida en Colombia, la vuelta en Argentina. Los colombianos consiguieron un 1-0 que los ilusionaba para la vuelta. Sin embargo, en la vuelta River consiguió revertir el resultado con un doblete de Hernán Crespo. Y se preguntarán ¿quién fue el árbitro? Julio Matto ¿Nacionalidad? Uruguayo.

El último antecedente de River en una final copera es en el 2015 la final con Tigres de México. El partido de ida terminó 0-0. La vuelta fue un trámite para River. Alario, quien había llegado hace días como nuevo refuerzo, Sánchez y Funes Mori fueron los encargados de darle otra alegría más al hincha Millonario en una noche de lluvia torrencial en Buenos Aires. No es por ser repetitivo, pero el árbitro en aquel partido de vuelta en el Monumental fue Darío Ubríaco, también uruguayo. Con un detalle extra, a modo de bonus track: el cuarto árbitro aquella noche de festejo riverplatense fue quien el 24 de noviembre arbitrará la definición ante Boca. 

Andrés Cunha impartirá justicia el 24 en el duelo final entre River y Boca en el cual ambos buscarán la gloria y hacer historia en lo que ya es una final inédito para el fútbol sudamericano. ¿Continuará la racha de River con árbitros uruguayos en las finales?.