Ante la incertidumbre sobre el devenir de las ligas europeas que empiezan a calentar motores y a reiniciar sus temporadas, la UEFA ahora ya piensa en el paso siguiente: los torneos continentales. Con Estambul tambaleando como sede de la final de la edición 2019/20 de la Champions, hay una opción de mudar la definición a Lisboa incluso con la opción de hacer una Final 8, desde cuartos de final, o Final 4, desde semifinales en la capital portuguesa.

La fecha establecida para la definición era el 29 de agosto en la capital turca, aunque por temas económicos y ante la imposibilidad de realizarla con público, el Ataruk Stadium de Estambul daría un paso al costado y aparece el estadio Da Luz de Lisboa como opciones más firmes. Según el diario catalán Mundo Deportivo las otras opciones son el Olímpico de Munich o el Wanda Metropolitano de Madrid. 

Al momento del parate por el coronavirus, la edición actual de la Champions LEague tenía cuatro partidos de vuelta por los octavos de final pendientes que, sumados a ocho de cuartos, cuatro de semifinales y una final totaliza 17 encuentros pendientes para su definición.

Los cuatro equipos ya clasificados a cuartos de final son Atlético de Madrid (España), Atalanta (Italia), Lepizig (Alemania) y París Saint Germain (Francia).

En tanto, los otro cuatro clasificados surgirán de Manchester City (Inglaterra)-Real Madrid (España) ida 2-1 para el City, Bayern Munich (Alemania)-Chelsea (Inglaterra) ida 3-0 Bayern, Juventus (Italia)-Olympique Lyon (Francia) ida 1-0 Lyon y Barcelona (España)-Nápoli (Italia) ida empate 1-1.

La UEFA decidirá, en la reunión del Comité Ejecutivo, el 17 del actual la fecha de la reanudación de la Champions League (podría ser el 7 de agosto) y la Europa League (el 5 o 6 del mismo mes).

Es sabido que los clubes no podrán obtener dinero de recaudaciones por la venta de entradas, porque los partidos se jugarán a puertas cerradas, mientras es una incógnita cómo serán las restricciones de vuelos entre países.

Muchos clubes piden jugar los cuartos, semifinales y la final en una sede fija (con buenos campos para jugar y entrenar y logística hotelera) a partido único en el plazo de una semana o 10 días como máximo y así evitar desplazamientos aéreos.

En caso de triunfar dicha propuesta, que disgusta a las cadenas que televisan, la final de la Champions League podía adelantarse una semana y celebrarse el sábado 22 de agosto.

No obstante, no sería fácil tampoco compaginar la competición con la Europa League, a la que restaría repercusión mediática en caso de coincidir la misma semana la Final 8 (definición entre ocho equipos) o la Final 4 (cuatro equipos).