(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) El deseo/anhelo/mandato de Jair Bolsonaro es que el fútbol en Brasil vuelva ya, la realidad marca otra cosa. El tema es que el mandatario del vecino país, parece no verla. En las últimas 24 horas, Brasil registró otras 615 muertes por Covid-19, elevando el número de víctimas fatales a casi 8000. Un número capaz de asustar a cualquiera, menos, a Bolsonaro.

Pero si no bastara con una situación desesperante, el fútbol mismo da muestras que no se puede pensar en un regreso ahora mismo. Más allá del regreso al trabajo del Inter y el Gremio, en Flamengo, campeón vigente del país y de América, la situación está muy lejos de ser encauzada.

Flamengo (de 🏠) on Twitter

Luego de realizar 293 test a todo el club, el 'Mengao' advirtió que tiene 38 casos positivos de coronavirus, cinco de los cuales son de futbolistas, de de ellos ya tenían anticuerpos IGG, es decir, que ya habían tenido el virus o habían tenido contactos "estrechos", según informa "Globoesporte". De los 33 casos restantes, 25 pertenecen a familia o allegados a los jugadores, 6 a empleados del club, 2 a trabajadores subcontratados. Un panorama desolador para pensar en una vuelta temprana de la actividad.

Hace días, Flamengo lamentó la muerte de Jorginho, su masajista por 40 años, por el covid-19. En el club de Río, las condiciones no están dadas y ahora habrá que ver qué ocurre cuando los testeos se multipliquen en todo el fútbol de Brasil, que el martes tuvo el regreso a las prácticas de Gremio e Inter: los dos equipos de Porto Alegre. 

En todos los casos, se trata de "positivos asintomáticos", según informó el club y 11 de ellos ya tenían anticuerpos, incluidos dos jugadores. Es decir que habían tenido contacto previo con el virus, sin síntomas.

El club ya tomó las medidas y envío a los jugadores y el personal que hayan resultado positivos a "cuarentena" y supervisará sus casos de cerca. Parece imposible pensar en un pronto regreso del fútbol al país vecino, aunque el presidente no parece estar viendo ni la situación ni los riesgos. O no quiere ver.