La historia de Javier Castrilli y el arbitraje chileno parece tener un final un poco más decoroso que la escandalosa expulsión del ex árbitro argentino de su cargo como Director Comisión de Árbitros de la ANFP hace tan solo diez días, tras una grave denuncia del colegiado Francisco Gilabert denunciando presiones realizadas durante el duelo entre Huachipato y Copiapó. 

El ex árbitro argentino asumió al frente del máximo ente arbitral chileno en septiembre del año pasado aunque su apellido quedó sobre la mesa a principios de este tras despedir a 11 de sus pares por amenazar con un paro para exigir una serie de medidas gremiales. Los mismos denunciaron despidos injustificados, inexistencia de contratos laborales, irregularidades en el fútbol formativo y denostación hacia las árbitras.

Apenas consumada esa decisión, al día siguiente el juez Francisco Gilabert encargado de impartir justicia en el duelo entre Huachipato y Copiapó denunció que recibió presiones desde la mismísima oficina de Castrilli para cobrar un penal. 

"El VAR me dice ‘weón, menos mal que cobraste el penal, menos mal que entendiste’. Le digo ‘sí, pero qué weá pasó'". Y agrega que le dicen: "Llamaron de Santiago, que había que cobrar penal".

"El VAR violó todos los protocolos", contó Gilabert. Y asintió: "Fue un diálogo muy trucho. De seguro van a liberar los audios, ojalá que se vea porque se siente esa weá. Porque al principio yo tenía listo el tiro de esquina, y me hacen detenerme, ‘Francisco, ve la camiseta’. Y ahí cagó todo".

Un par de horas más tarde y tras ser despedido Castrilli, se puso a disposición de las autoridades para investigar las denuncias del juez Francisco Gilabert.

"Pongo a disposición de la ANFP, en forma voluntaria, mi teléfono celular y el de los miembros de la Comisión despedida, con el detalle de todas las llamadas efectuadas y recibidas en el día y horario durante el desarrollo del partido", indicó. "Los árbitros en cuestión debieran hacer lo mismo", agregó, en referencia a Gilabert y a los colaboradores del encuentro. 

Lo cierto es que hoy a casi diez díaz de la renuncia de Castrilli y casi quince días después de la denuncia de Gilabert, la ANFP determinó, luego de una exhaustiva investigación "que no existe ni ha existido intervención o presión indebida, abuso de autoridad ni injerencia alguna de parte de terceros, respecto a la decisión adoptada por el árbitro, el Sr. Gilabert"

Además aclaran que los nombres de Francisco Gilabert, Cristian Droguett, Felipe Jerez y Mario Vargas serán analizados para revisar sus casos y evaluar futuros castigos, que incluso pueden ser desvinculados para siempre de la ANFP.