El choque entre Brasil y Argentina por las eliminatorias sudamericanas será, finalmente, sin público, apenas con 1.500 invitados, informó la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), tras agotar todas las instancias y que no llegara nunca el guiño del Gobierno estadual de San Pablo, para habilitar, aunque sea un pequeño aforo.

La decisión, según explicó la CBF se adoptó "por la falta de tiempo para desarrollar un sistema limitado de entradas con comprobación de exámenes PCR para COVID-19 o certificado de vacunación". La realidad es que gubernamentalmente, el estado de San Pablo nunca mostró voluntad.

La CBF perseguía la idea que en el Arena Corinthians pudieran haber 15 mil hinchas, pero las autoridades nunca dieron ni media señal de aprobación y el duelo más atractivo de la triple fecha de Eliminatorias Sudamerica será, prácticamente, a puertas cerradas. 

"Si bien el protocolo sanitario había sido aprobado por las autoridades, será realizado el partido con la participación de hasta 1.500 invitados, sin la comercialización de entradas al público general", dijo la CBF, cubriéndose en un comunicado emitido el pasado lunes, aunque los intentos por lograr un pequeño aforo persistieron, incluso, hasta las últimas horas.

El partido iba a ser un evento-test de San Pablo para la reapertura de actividades, ya que en ese lugar ya se ha vacunado a más del 97% de toda la población mayor de 18 años. Argentina volverá a un estadio que el trae solo buenos recuerdos. En este escenario, durante el Mundial 2014, superó la instancia de 8vos de final y de semifinales, ante Holanda.