Lo están siguiendo hace meses, para los que recorren los pasillos del Santiago Bernabéu no es un apellido que sorprenda, y menos aún desde el momento en que se confirmó que Kylian Mbappé se queda por 3 años en el PSG. Es que el Real Madrid tenía todo prácticamente acordado con quien creen, es el mediocampista central del futuro: hablamos de Aurélien Tchouaméni, del Mónaco de Francia, pero contaban con el sí del delantero estrella de la Ligue1, y no querían hacer locuras con los números, y por eso se le había pedido al futbolista que espere un año, y que llegaría en la próxima temporada.

Pero ante el cambio de panorama anteriormente mencionado y que recorrió el mundo, Florentino Pérez levantó el teléfono y llamó al Principado para pedir condiciones por el único lugar de la cancha en donde no tiene 2 futbolistas: como mediocampista central solo cuenta con Carlos Henrique Casemiro, y cada vez que le ha tocado no jugar fue un dolor de cabeza para Carleto Ancelotti: Valverde, Kroos, Camavinga, pero ninguno cumplió con las funciones del nacido en Brasil.

Por eso, urgido de una contratación tras el affaire Mbappé, el Real acelera. Y el Mónaco escucha: saben que Tchouaméni eligió al Merengue más allá de una consulta del Liverpool, pero no será tan sencillo: deberán desembolsar más de 60 millones de euros. En caso de llegar a Valdebebas, el que dejaría el club blanco es Dani Ceballos, quien tendría un pre-acuerdo con el Betis de Manuel Pellegrini.