Una relación con mucha tensión y que cada día es más evidente. La grieta entre FIFA y UEFA - CONMEBOL se volvió a notar en las votaciones del Consejo virtual para definir las sedes del próximo Mundial Femenino 2023. La rosca detrás de la competencia.

Fue un día de importantes decisiones en el ente rector del fútbol. Esta tarde, el Consejo de FIFA, eligió a Australia y Nueva Zelanda como los co-organizadores para la próxima Copa del Mundo de Fútbol Femenino. Los oceánicos se impusieron sobre Colombia -el otro país aspirante- por un resultado favorable de 22 votos contra 13.

También se votaron dos temas de forma unánime: por un lado, se aprobó el "Plan Marshall", una gran ayuda económica para las confederaciones con un desembolso de FIFA de u$s 1.500 millones para subsidios y préstamos potenciales; y además, se ratificó septiembre de 2020 como fechas para las eliminatorias sudamericanas y europeas para el Mundial de Qatar 2022.

Sin embargo, el climax político se dio en el primer punto por las candidaturas mundialistas. Este conflicto viene desde la semana pasada tras una dura respuesta de CONMEBOL a FIFA, donde criticó al ente rector y lo trató de "tendencioso" por el criterio de evaluación sobre Colombia.

En ese informe, FIFA mostró una valoración negativa del país colombiano en materia de seguridad, cobertura médica y comercialización. Luego de la carta en conjunto de Conmebol, firmada por su presidente Alejandro Domínguez, y de la Federación Colombiana de Fútbol, con el sello del presidente Ramón Jesurún, el ente rector del fútbol "garantizó a Colombia absoluta objetividad en la evaluación de las candidaturas".

Tras los informes, la votación pasó al Consejo de FIFA y fue favorable para los oceánicos. Sin embargo, hubo un complot de CONMEBOL y UEFA, quienes vienen compartiendo trabajos en conjunto en materia de organización y calendarios. Además, según pudo saber Doble Amarilla, ambas confederaciones tildan a Gianni Infantino como un presidente personalista, sumado a que se lo vio en este último tiempo tendiendo lazos políticos con los líderes del mundo.

El enojo de las confederaciones tuvo como punto de origen la creación de la Asociación Mundial de Clubes, una idea de Infantino y con el fin de tejer relaciones directas con los clubes más representativos del mundo. A las confederaciones no les agradó esta idea de pasarlos por alto. De hecho, en el último Congreso de UEFA, Domínguez fue el invitado de honor como una clara muestra de que hay complot entre ambas entidades.

Infantino, luego de la votación, fue consultado en conferencia de prensa por la forma de votar en bloque entre CONMEBOL y UEFA, a lo que respondió -con cierta ironía y una sonrisa- que "lo sorprendió". Y remarcó: "Me llamó la atención. Mi voto se rigió por el aspecto técnico".

Por último, y luego de la reunión del Consejo de FIFA, Alejando Domínguez agradeció públicamente a UEFA por acompañarlos en las candidaturas: "Asimismo, me gustaría agradecer a la UEFA, cuyos representantes confiaron en la candidatura de Colombia y en su probada capacidad de albergar un torneo de estas características".