El arquero de Dinamarca, Kasper Schmeichel contó este lunes que pudo visitar a su compañero Christian Eriksen en el hospital tras sufrir un colapso el sábado en el Dinamarca-Finlandia de la Eurocopa: "Fue hermoso verlo y hablar con él" dijo en conferencia de prensa, la primera de los jugadores daneses tras el dramático incidente que provocó la suspensión del partido durante más de hora y media.

"Tengo una sensación de orgullo. No sé si la palabra lo expresa bien, pero siento alegría y agradecimiento por el trabajo de nuestros médicos y fisios, mientras miraba todo el mundo. Estuvieron tan tranquilos. Es un milagro tener a gente como ellos", afirmó.

Schmeichel cruzó todo el campo corriendo tras ver cómo Eriksen se desplomaba solo y tanto él como el capitán Simon Kjær consolaron también a Sabrina, la pareja de Eriksen, que había saltado al campo mientras los médicos trataban de reanimarlo. "Sabía que su mujer y sus niños, sus padres, familia y amigos estaban entre el público. Los estuve buscando. Fue una situación inhumana", declaró.

Schmeichel se mostró crítico con la decisión de UEFA de plantearles solo dos opciones, una vez sabido que Eriksen estaba mejor: o reanudar el partido el mismo sábado o esperar al día siguiente al mediodía: "Nos pusieron en una posición en la que siento que no deberían habernos puesto. La situación exigía que alguien más arriba dijera que no era el momento de tomar una decisión", dijo.

El portero del Leicester se mostró muy agradecido por el apoyo y el cariño recibido de los hinchas en estos días y se comprometió a darlo "todo" en lo que queda de torneo: "Seguimos en la competición. Perdimos pero lo dimos todo y estoy seguro de que haremos lo mismo: lo principal es estar juntos y dar lo máximo. Podemos hacer algo juntos por Christian y por la gente que estaba sentada en la grada y fue testigo de todo".