Sin ser un gigante del fútbol italiano, el Parma cuenta con muchos adeptos en Argentina. La participación en masa de varios criollos en sus alineaciones a fines de los 90 y comienzos de la década pasada (Ortega, Verón, Crespo, Sensini, Almeyda, entre otros) y ser la cuna de cracks como Buffon o Cannavaro, hicieron que el Parma sea muy reconocido. 

Malas gestiones y una caída estrepitosa hicieron que el Parma quebrara hace algunos años y debiera comenzar de cero, en lo que fue una transformación completa. Este fin de semana, el equipo logró el ascenso a la Serie B del Calcio al superar todas las instancias de los playoffs y así, jugará en la Segunda División italiana. 

Todo esto, más allá de la noticia deportiva, tiene consigo un punto importante para un argentino. Es que Hernán Crespo, hombre que desarrolla una carrera profesional en la empresa Desport, podría ser una especie de manager o autoridad con mucho poder de decisión en la nueva estructura del club parmesano. La empresa para la que trabaja Crespo (mientras seguía muy de cerca el crecimiento del nuevo Parma) es propiedad del chino Jiang Lizhang, es dueña del Granada de España, quiso incursionar en la Premier League adquiriendo más del 30% de las acciones del Crystal Palace y ahora, llegará a Parma para expandirse y poner un pie en la península itálica, mercado por demás apetecible desde siempre para los negocios relacionados al balompié. El oriental y su estructura se harán cargo del 60% del Parma, y en este escenario, por su experiencia en el fútbol italiano y su identificación con el equipo, Hernán Crespo jugaría un papel preponderante en la próxima etapa del resurgimiento del Parma.