(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) En el Elche hay una rebelión. Según indican medios españoles, los jugadores no se presentaron a entrenar. El motivo es que siguen dentro del ERTE pese a haber retomado sus actividades. Mientras, el máximo accionista del club, el empresario y representante argentino Christian Bragarnik, observa todo desde la Argentina, ya que no puede viajar a España en la coyuntura actual. 

Según relata "As", "Los jugadores no han acudido este miércoles al estadio, como estaba previsto, y no tienen previsto hacerlo hasta que se aclare su situación con el ERTE". El ERTE es una herramienta que el Gobierno de España ha puesto en manos de clubes y empresas en este contexto de pandemia global e industrias paradas. Es como un "seguro de desempleo", que tiene un principio y un final.

Los futbolistas no aceptan seguir entrenándose con una reducción de sus contratos al 30%, según comenta el citado medio español. También, como la mayoría de los planteles, el del Elche no está tan convencido que ya haya que volver a jugar. Pero cuando el club informó que había que volver a entrenar, los jugadores dijeron presente, se realizaron las pruebas para detectar el coronavirus y empezaron las tareas individuales desde el pasado viernes. 

Al volver a entrenar, los jugadores esperaban que el ERTE quede sin efecto, pero eso no pasó. Es que, por un lado se cedía mejorando lo que iban a cobrar si no se jugaba, pero el porcentaje en caso de haber competición, como parece que sucederá, se les aumentaba el recorte previsto y, cómo solo quedan dos meses por cobrar, esa reducción absorbía prácticamente las dos últimas mensualidades. Y el plantel estalló.

Otro tema que Bragarnik tiene sobre la mesa es los contratos de los jugadores que vencen en junio, que deberán seguir jugando hasta tanto finalicen las ligas, lo que sería, de mínima, todo el mes de julio. "La idea de los clubes es que el contrato de la 19/20 tenga validez mientras no termine la temporada, lo que afectaría también a sus condiciones, sumando el riesgo de lesión por competir con altas temperaturas y un partido cada 72 horas", completa "As".

También el cuerpo técnico se quejó por lo mismo. Le hicieron ver a Patricia Rodríguez, Directora General del club, que varios de sus miembros están cumpliendo con más horas del 30% de su jornada laboral, porque deben atender a los tres grupos que se forman en el campo de entrenamiento. Se aceptó que desde este miércoles ya no tendrían el ERTE. Cosa que no pasó con los jugadores, quienes han iniciado una pequeña rebelión.

Rodríguez aseveró que "la pelota está en el tejado de la plantilla y la respuesta que se ha obtenido a la negociación ha sido este plante; seguimos abiertos a hablar y a llegar a un acuerdo".

Ahora bien, Bragarnik, en Argentina, ha hecho declaraciones que hacen que su accionar en el Elche sea contraditorio. Como representante de jugadores se mostró abiertamente en contra de los recortes, en una nota que publicó "Clarín" en abril de este año: "¿En base a qué porcentaje se le va a reducir el salario al jugador? Esperemos que los clubes no traten de tapar los problemas que ya traían. Y hay un tema fundamental: no es lo mismo la incidencia del caché de la televisión en el presupuesto de Defensa y Justicia que en el de Boca, por ejemplo. A un club grande le puede generar un enorme déficit que no haya venta de entradas. No sé si en este caso sería entendible una quita, quizá una renegociación de los pagos", indicó.

También, en otra declaración, Bragarnik pedía "solidaridad" de todas las partes en este momento atípico que vive el fútbol: "Estamos en una situación donde la palabra solidaridad está presente pero no todos la usan. Todos, jugadores, clubes, representantes, socios, dirigentes, todos deben tener solidaridad en entender que esto no lo esperaba nadie. Ahora, si entramos en pujas personales, en quién tiene más poder, pasa lo que nos pasa hace tiempo: que privilegiamos el bien propio antes que el común". Cabe el refrán, ¿y por casa cómo andamos? Mientras, en España, siguen esperando su regreso.