(De la Redacción de DOBLE AMARILLA) Hoy se vivió un día histórico y de jolgorio para las mujeres de Irán. Después de 40 años, recuperaron el derecho a ver fútbol en el estadio. Para completar la jornada, el elenco iraní venció 14-0 a Camboya en un juego válido por las Eliminatorias de Asia rumbo a Qatar 2022. Pero, esta jornada luminosa y de alegría hubiese sido imposible de no haber sido antecedida por otra trágica: el día que Sahar Jodayarí decidió prenderse fuego antes que ir a la cárcel por asistir a un partido de fútbol. 

La "Blue Girl", como la apodo la prensa internacional gracias a la camiseta de su equipo, el Esteghlal, concurrió a la cancha a ver el partido que su equipo jugó contra el conjunto emiratí Al Ain. Por supuesto, lo hizo disfrazada, debido a la prohibición que pesaba sobre las mujeres iraníes y que databa de la revolución islámica, en el año 1979. 

Pero Sahar tuvo mala suerte. La policía la detectó, le impidió ingresar al estadio y la llevó detenida. Estuvo presa 48 horas en la cárcel de Gharchak y fue liberada a la espera del juicio. Cuando se enteró que podría ir a prisión sólo por intentar ver un partido de fútbol, tomó la trágica determinación de inmolarse. 

Se prendió fuego el 90% de su cuerpo y falleció horas después. Su muerte aceitó los engranajes del fútbol todo y la presión fue tal que hoy, exactamente un mes después de la muerte de Sahar, las mujeres pudieron ingresar a un estadio: sin disfrazes, sin ocultarse, sin temer a ir presas o perder la vida por ello. 

Amnistía Internacional presionó directamente a la FIFA, quién debió interceder. El 19 de septiembre, Gianni Infantino, presidente del organismo con Sede en Zurich se manifestó al respecto: "Las mujeres deben poder ir a los estadios de fútbol en Irán" y tachó de "inaceptable" la medida. Además, una delegación de FIFA se desplazó hasta Irán para hacer presión "in situ". ¿Cuál fue el justificativo iraní para mantener la prohibición? "No vemos un problema con las mujeres que asisten si la atmósfera en los estadios es conveniente ... pero con tanto lenguaje grosero entre los fanáticos y la violencia, esto no es aconsejable", dijo Mahmoud Vaezi, Jefe de Gabinete, a la televisión de su país. 

Finalmente, la presión de FIFA tuvo éxito y hoy, un mes después exacto de la muerte de la "Blue Girl", las mujeres pudieron volver a disfrutar un partido en un estadio de Irán. Al finalizar el juego, los futbolistas de la Selección que dirige el belga Marc Wilmots, se acercaron a la tribuna y saludaron a sus nuevas hinchas. Todo gracias a Sahar, la mártir que pagó con su vida para que las mujeres puedan acceder al fútbol en los estadios. Su muerte, al menos, no fue en vano, como tantas otras que se fueron sucediendo a lo largo de la historia en la región. Sahar murió y con su acto logró cambiar el paradigma establecido. Nada más y nada menos.